| Crónica | La investigación del 11-S |
Bush y Blair insisten en la relación de Sadam y Al Qaida
Ambos líderes desoyen a la Comisión del 11-S, que también desveló una grabación que demuestra que los pilotos de Defensa no se creyeron la orden de neutralizar a los aviones suicidas
El presidente George W. Bush, desoyendo las conclusiones de la Comisión del 11-S que él mismo ordenó crear, -que no existen pruebas que demuestren la relación entre Sadam Huseín y Al Qaida, ni entre los atentados del 11-S e Irak-, aseguró ayer que «la razón por la que insisto en que existió una relación entre Al Qaida, Sadam e Irak es porque existió una relación entre Al Qaida e Irak». Tras haber argumentado du-rante más de un año que Irak es responsable del 11-S, Bush aseguró en Washington: «Esta Administración nunca ha dicho que los ataques del 11-S fueran orquestados entre Al Qaida y Sadam. Lo que hemos dicho es que hubo contactos entre Sadam y la red terrorista, por ejemplo, agentes de la inteligencia iraquí se reunieron con Osama bin Laden en Sudán». «Sadam era una amenaza, no sólo por sus conexiones con Al Qaida, sino por sus conexiones con otras organizaciones terroristas», dijo. Y citó a Abu Musab al Zarqawi, uno de los terroristas más buscados por su implicación en diversos atentados . «Alguien a quien Sadam le dio un santuario seguro» dijo, a pesar de que George Tenet declaró que Al Zarqawi nunca trabajó con el régimen iraquí. Desde Londres, según infor-ma el corresponsal de Diario de León, el Gobierno británico también siguió defendiendo los vínculos de Sadam con Al Qaida. «Blair siempre ha dicho que Huseín creó un contexto permisivo para los terroristas y sabemos que aquellos próximos a Al Qai-da operaron en Irak durante los años de su régimen», señaló la portavoz de Downing Street. Sin embargo, el líder laboris-ta en los Comunes, Peter Hain, indicó que su Gobierno nunca dijo que Huseín estaba detrás del 11-S. «Nunca lo dijimos, creo que nadie podía haber realizado un comentario semejante». Por otro lado, ayer se supo que los pilotos que tenían que evitar que uno de los aviones del 11-S llegara a Washington -y que cayó en Pennsilvania- se enteraron de esa orden cuando los cuatro aviones ya se habían estrellado. La Comisión del 11-S emitió ayer la grabación de los últimos minutos en los aviones y las conexiones entre los pilotos de la Norad que tenían que defender EE.UU. y que no se creían las órdenes que recibían. Además se supo que Donald Rumsfeld no participó en la decisión de permitir el derribo de los aviones. El Gobierno de EE.UU. dio crédito y no comprobó la veracidad de una serie de informes de espionaje muy alarmantes sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak que estaban plagados de errores. Según Los Angeles Times , funcionarios de inteligencia estadounidenses aseguraron que fueron dos espías iraquíes, reclutados por la inteligencia británica, los que remitieron los informes antes de la invasión. Pero los dos espías no fueron entrevistados nunca por la CIA.