Diario de León

Desde ayer, la prisión iraquí de Abu Ghraib está considerada formalmente por un juez americano «la escena del crimen»

El tribunal militar que juzga las torturas en Irak prohíbe a Bush tirar la cárcel

Los abogados podrán llamar a declarar a Rumsfeld o al mismísimo presidente El

Publicado por
Mercedes Gallego - nueva york
León

Creado:

Actualizado:

El juez militar coronel James Pohl decidió ayer llevar la contraria al presidente George Bush y prohibir la demolición de la prisión de Abu Ghraib hasta que concluyan los juicios relacionados con los escándalos de torturas en Irak. Desde ayer, Abu Ghraib es considerada formalmente «la escena del crimen». La decisión se produjo durante las audiencias previas a los juicios de tres de los siete soldados acusados. Aún no hay fecha para sus juicios pero los abogados defensores no esperan que se celebren hasta octubre. La autoridad del juez militar sobre la infame prisión quedará en el limbo la semana que viene, cuando se transfiera la soberanía de Irak a un nuevo Gobierno interino. A su favor tiene la opinión del nuevo presidente, Ghazi Yauar, que considera que derribar Abu Ghraib sólo por su simbolismo de opresión sería «un desperdicio de recursos», ha declarado. La decisión de derribar la prisión partió del propio presidente Bush, que lo anunció repentinamente en un discurso a la nación pronunciado en abril pasado. «Que huelan las heces» Los abogados civiles de los soldados planean trasladar a esta corte marcial que se celebra en un auditorio de Bagdad toda la fanfarria de los juicios en Estados Unidos. «Queremos que los miembros del tribunal huelan la orina y las heces fecales con las que tenían que vivir los miembros del servicio (militar) que trabajaban dentro de la prisión y que están acusados en este caso», dijo Paul Bergin, que defiende al sargento Javal Davis. Éste se enfrenta a un máximo de ocho años y medio de prisión por maltratar a los prisioneros saltando sobre sus pies y manos así como de apilarlos desnudos en el suelo para que otros prisioneros abusasen de ellos. El abogado de otro de los acusados, el sargento de personal Ivan «Chip» Frederick, ejerció la técnica de no aparecer en la sala alegando la falta de seguridad de Irak, por lo que pidió al juez en un correo electrónico ejercer la defensa por teléfono. Con esta estrategia apoyaba la petición de otros abogados que deseaban que el juicio se trasladase fuera de Irak, bien a EE.?UU. o a la base militar en Alemania, por considerar que muchos de los testigos civiles no querrán viajar a Irak para declarar. El truco del abogado civil Gary Myers enfureció al juez militar. «Los abogados se presentan en los tribunales, no aparecen por teléfono», bramó el coronel tras posponer la audiencia al 23 de julio. «El señor Myers está aquí o no lo está. Yo decido quién ha aparecido y quién no. Le dice al señor Myers que ésta es la nueva fecha. No me importa cuántas bombas caigan, pero a menos que haya circunstancia extraordinarias voy a seguir adelante con este juicio». Los abogados recibieron la aprobación del juez de llamar a declarar a altos mandos militares como el general John Abizaid, comandante central de las tropas estadounidense en Oriente Próximo, y el general Ricardo Sánchez, que hasta hace poco comandaba las tropas desplegadas en Irak. El plan de éstos es llamar a declarar al mismísimo ministro de defensa, Donald Rumsfeld, e incluso considerar citar al presidente Bush.

tracking