Diario de León

Estados Unidos quiere extender la inmunidad penal a sus soldados y civiles que están en Irak «porque no hay garantías»

Al Qaida lanza una oleada de atentados para abortar el traspaso de poder en Irak

Ataca con coches bomba comisarías de policía iraquíes en cinco ciudades a la vez

Una mujer limpia la sangre en un hospital de Baquba

Una mujer limpia la sangre en un hospital de Baquba

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Alistair Lyon - bagdad
León

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Insurgentes empeñados en sabotear el traspaso de poder a los iraquíes llenaron ayer de sangre cinco ciudades de Irak con asaltos coordinados contra fuerzas de seguridad locales en los que murieron al menos 88 personas, entre ellas tres soldados estadounidenses. Los ataques simultáneos en Baquba, Faluya, Ramadi, Mosul y Bagdad intensificaron una interrumpida campaña de los insurgentes iraquíes y extremistas extranjeros a tan sólo seis días para la entrega del poder a los iraquíes. La ola de violencia desatada en las cinco ciudades de mayoría suní fueron reivindicados en varios comunicados atribuidos a Abu Musab al Zarqawi, considerado por EE.?UU. jefe de Al Qaida en Irak. En Baquba aparecieron ayer por la mañana octavillas firmadas por el grupo de Zarqawi Monoteísmo y Yihad, responsable del reciente secuestro y decapitación de un civil surcoreano, en la que advertían a los ciudadanos de que debían unirse a los militantes en su ataque contra los «colaboracionistas». El recién designado primer ministro de Irak, Iyad Alawi, acusó a la red de Bin Laden de haber provocado las matanzas, pero también a punto a los seguidores de Sadam Huseín. Los ataques se centraron en las ciudades de mayoría suní de Mosul -donde hubo más de 40 muertos en el ataque contra cinco comisarías-, Baquba -20 víctimas mortales en otro ataque masivo contra comisarías-, Ramadi, Faluya y Bagdad. Estado de emergencia El ministro de Defensa en funciones que debe tomar posesión de sus cargos el próximo día 30, Hazem al Salam, advirtió ayer de que su Gobierno no descarta declarar el estado de emergencia en las zonas donde se descubran «vacíos de seguridad». En Faluya, pese a que la batalla campal no dejó muertos, un helicóptero Cobra de EE.?UU. que participaba en un ataque aéreo fue alcanzado por disparos de los insurgentes pero el piloto logró salvarlo con un aterrizaje de emergencia a las afueras de la ciudad. La tripulación del aparato fue puesta a salvo por una patrulla y el helicóperto pudo ser recuperado para su reparación. Peor suerte corrieron otros tres soldados estadounidenses: dos marines murieron en Baquba durante una emboscada contra su pelotón mientras que otro cayó en la explosión de un coche bomba en Mosul. Al menos siete potentes explosiones sacudieron la ciudad y la televisión local ordenó a sus vecinos quedarse en casa. La policía bloqueó las principales carreteras y anunció un toque de queda que regirá desde el anochecer al amanecer. Las tropas estadounidenses mantendrán la inmunidad de la que han disfrutado desde la invasión de Irak y no podrán ser juzgadas por los tribunales de ese país si matan iraquíes o atentan contra la propiedad privada hasta que se celebren elecciones generales en enero. Este ha sido uno de los acuerdos a los que ha llegado el gobierno norteamericano y el gobierno interino iraquí, y que ayer fue confirmado por el portavoz presidencial Scott McClellan. «El presidente quiere estar seguro de que nuestras tropas están protegidas» dijo en rueda de prensa. Si cometen algún acto delictivo, los 140.000 soldados estadounidenses que permanecen en Irak serán sometidos a los dictados del sistema legal norteamericano, no a las leyes locales. «Estamos hablando de zonas del mundo donde el debido proceso no está garantizado» aseguró el portavoz de Bush, un presidente que sin embargo no ha puesto ninguna objeción a a que el ex dictador del país, Sadam , sea juzgado por tribunales iraquíes en una fecha aún sin decidir. En principio, todos los miembros de la coalición, ya sean civiles o militares, han disfrutado de inmunidad frente a la autoridad iraquí durante el año que ha durado la ocupación. La llamada Orden 17, firmada por el gobernador Paul Bremer, le concedía a todos los extranjeros «inmunidad frente a las jurisdicciones locales, criminales y administrativas ante cualquier forma de arresto o detención que no fuera la ejercida por personas que actúan en nombre de sus estados». El escándalo de las torturas de Abu Ghraib ha disparado la indignación del mundo árabe, por lo que prorrogar la inmunidad es más difícil.

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