Alaui amenaza a los países vecinos con pedir a EE.UU. que los bombardee si no frenan la entrada de radicales a Irak
Al Sadr declara la guerra al gobierno iraquí porque lo considera «ilegítimo»
El clérigo radical Muqtada al Sadr, que lideró una cruenta insurrección el pasado abril, retomó su discurso amenazante e instó a sus seguidores a «resistir hasta la última gota de sangre» y a no reconocer un Gobierno interino que considera «ilegítimo». Al-Sadr lanzó su nuevo desafío mediante un comunicado distribuido anoche por su oficina en la ciudad santa de Nayaf, 180 kilómetros al sur de Bagdad. «Prometemos al pueblo iraquí y al mundo entero que continuaremos resistiendo a la opresión y a la ocupación hasta la última gota de nuestra sangre. La resistencia es un derecho legítimo y no un crimen que deba ser castigado», proclamó el joven religioso. «Anunciamos que el actual Gobierno es ilegítimo e ilegal. Está siguiendo las órdenes de la ocupación. Exigimos una soberanía plena e independencia para celebrar unas elecciones libres», continuaba su comunicado. Hace pocos días, el propio Al-Sadr aseguró que estaba dispuesto a colaborar con el nuevo Gobierno, y los seguidores de su movimiento manifestaron que estaban preparados para transformar el «Ejército de Al Mahdi», su milicia armada, en un partido político. El clérigo hizo estallar la insurrección tras observar como tropas ocupantes clausuraban su periódico, arrestaban a uno de sus lugartenientes y ordenaban su detención en relación con el caso del asesinato de un clérigo rival perpetrado en Nayaf. Tras dos meses de luchas en varias zonas del sur del país y en el suburbio «ciudad Sadr», en Bagdad, el ejército estadounidense anunció que dejaban en manos de las autoridades iraquíes el contencioso con este clérigo, incluida su detención. Reunión del gabinete iraquí Por otra parte, el gabinete de transición que dirige el primer ministro, el también chií Iyad Alaui, canceló hoy la comparecencia en la que se iba presentar la nueva Ley de Seguridad Nacional. Esta ley prevé la imposición del estado de excepción y el toque de queda en aquellas partes del país que las condiciones de seguridad lo requirieren. Un portavoz del Ejecutivo comunicó a la prensa que todavía no se ha decidido cuando tendrá lugar el anuncio oficial, y se marchó sin dar más explicaciones sobre este nuevo retraso. Amenazas Desde que el Gobierno tomó oficialmente las riendas del país hace una semana, varios de sus miembros han asegurado que impondrían una serie de medidas drásticas para poner fin a la violencia. Entre esas normas se citan la reinstauración de la pena de muerte, abolida por Estados Unidos cuando ocupó el país y el ofrecimiento de una amnistía parcial para los rebeldes que no hubiesen cometido delitos de sangre. El Ejecutivo de transición denuncia, además, que gran parte de los problemas de seguridad del país proviene de la permeabilidad de las fronteras con algunos vecinos, a los que acusa de permitir la entrada libre de radicales islámicos. Por ello el primer ministro iraquí, Iyad Alaui, amenazó a los países vecinos con represalias armadas