Atentado fallido contra el presidente interino y 42 muertos en Chechenia
Un combate entre chechenes prorrusos y rebeldes, que dejó 42 muertos, y un atentado contra el presidente interino de Chechenia pusieron en duda ayer el plan de arreglo de Moscú para esa región, que culminará con comicios presidenciales en agosto. El choque entre chechenes leales al Kremlin y separatistas duró toda la noche en las cercanías de Avturí, a 25 kilómetros al sureste de Grozni, la capital de Chechenia, y en él murieron 18 chechenes prorrusos y 24 guerrilleros separatistas. La guerra se hizo oír también en Grozni, donde el presidente interino, Serguéi Abrámov, salió indemne de un ataque con bomba, en el que murió uno de sus guardaespaldas y sufrieron heridas dos miembros de la comitiva en la que se desplazaba, informaron fuentes gubernamentales chechenas. El combate que enfrentó a milicianos de la guardia presidencial chechena y la guerrilla en Avturí se alargó desde la noche del lunes hasta la mañana de ayer, indicó Ramzán Kadírov, hijo del asesinado presidente y líder de esos efectivos. Esa misma zona de Avturí había sido peinada ayer por unidades rusas, que informaron de escaramuzas con un gran destacamento de guerrilleros, hecho fuerte en esa zona de las montañas del sur de Chechenia. El viceministro del Interior chechén, Ruslán Aljánov, confirmó la muerte de 24 guerrilleros y anunció que toda la zona fue cercada para perseguir al resto del grupo separatista. Asimismo el mando ruso ha advertido de que la guerrilla rebelde planea «actos terroristas y de sabotaje» para frustrar los comicios del 29 de agosto. Todos estos sucesos se producen a poco más de un mes de que se celebren en Chechenia los comicios para elegir al sucesor de Ajmed Kadírov, el presidente chechén asesinado el pasado 9 de mayo, cuya muerte asestó un duro golpe a la estrategia del Kremlin en esa república rusa del norte del Cáucaso. Ahora, el Kremlin pretende llenar el vacío con la elección como presidente de Alú Aljánov.