Al menos diez muertos en un nuevo atentado con coche bomba en Irak

Al menos doce personas murieron ayer en el oeste y sur de Irak, en dos atentados perpetrados con coche bomba, que se unen a una serie de ataques que, en las últimas 48 horas, han costado la vida a civiles, policías y responsables políticos. El ataque que más víctimas ha causado se registró ayer sobre las 09.00 hora local (05.00 GMT) frente a la principal comisaría de policía de Hadiza, a unos 360 kilómetros al noroeste de Bagdad, y costó la vida a diez personas, incluidos tres policías. Y otras 27 resultaron heridas, según fuentes policiales y hospitalarias. La onda expansiva derribó parcialmente la comisaría de Hadiza y un edificio oficial contiguo, mientras que numerosas tiendas de los alrededores sufrieron desperfectos y sus ventanas saltaron por los aires. Hadiza está situada en la provincia de Al Anbar, cuyos habitantes son en su mayoría suníes, y donde la resistencia iraquí comete la mayoría de los atentados contra las fuerzas estadounidenses y las fuerzas de seguridad iraquíes. El director del hospital General de Al Anbar, Ayad Ghasi, citado por la radio iraquí, dijo que el número de muertos podría aumentar porque varios de los heridos se encuentran en estado muy grave. Según las fuentes, la policía recibió una información que les hizo sospechar del coche. Varias patrullas de la policía de Kerbala persiguieron al vehículo sospechoso durante una media hora por las carreteras de circunvalación de la ciudad, y sus dos ocupantes, al verse rodeados, lo hicieron explotar mientras aún permanecían en su interior, añadieron las mismas fuentes. Medidas antiterroristas Las acciones de violencia se han incrementado en los últimos días, especialmente tras la aplicación de la Ley de Seguridad Nacional que concede al Gobierno iraquí amplios poderes para combatir el terrorismo, incluida el establecimiento del estado de emergencia. El primer ministro iraquí, Iyad Alaui, anunció ayer la creación de un nuevo servicio de información para la lucha antiterrorista, y pidió a varios países musulmanes que contribuyan con tropas a la estabilidad en el país. La nueva Dirección de Seguridad General se convertirá en una célula de información de ámbito nacional y, según el propio Alaui, se infiltrará en los grupos insurgentes para sacar a la luz a los que apoyan a la resistencia. Alaui aseguró que «la seguridad está mejorando en Irak», pero añadió que la tarea de estabilización «constituye un desafío y va para largo». Asimismo anunció la detención de importantes cabecillas de Al Qaida. «Varios cabecillas fueron detenidos en los últimos dos o tres días y han comenzado a cooperar con nosotros», dijo Alaui en una entrevista que publico ayer el diario árabe internacional Al Hayat . Alaui rehusó dar a conocer más detalles sobre los arrestados, aunque reiteró que «personas de fuera de Irak están involucrados en acciones terroristas en nuestro país».