Diario de León

Francia pierde a su primer ministro y Chirac a su «delfín» para las próximas elecciones al Elíseo

La dimisión de Juppé abre la lucha por la sucesión en la derecha gala

El primer ministro de economía, Sarzoky, desvelará al final del verano si se presenta para el cargo

Foto de archivo de Alain Juppé que ayer anunció su dimisón al frente de la UMP francesa

Foto de archivo de Alain Juppé que ayer anunció su dimisón al frente de la UMP francesa

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efe | parís

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La dimisión de Alain Juppé al frente de la gobernante UMP abre la batalla por un puesto considerado trampolín para el Elíseo, en medio de la guerra abierta entre el presidente, Jacques Chirac, y su ambicioso ministro de Economía, Nicolas Sarkozy. La marcha de Juppé, anunciada ayer por el ex primer ministro en una carta a los militantes de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), era esperada tras haber sido condenado en enero pasado por financiación ilegal de su partido, y es un duro golpe para Chirac. El jefe del Estado se queda sin el que había elegido como su «delfín» y más que probable sucesor en un momento delicado, por su enfrentamiento abierto con Sarkozy, quien no oculta sus aspiraciones a convertirse en presidente de la República en 2007. Una frase lapidaria de Chirac en su tradicional discurso televisado del 14 de julio referida a Sarkozy -«yo decido, él ejecuta»- hizo «oficial» la rivalidad que ambos mantienen desde hace años, recrudecida en los últimos meses por la popularidad del ministro de Economía. Las declaraciones en la fiesta nacional del presidente, que reafirmó su autoridad y llamó al orden con firmeza al díscolo «Sarko» al asegurar que «no dejaré que las rivalidades debiliten la acción del Gobierno», ya han sido calificadas de «crisis en la dirección del Estado» por la oposición socialista. Sarkozy, que al día siguiente dijo que no cedería a la polémica con Chirac, no dejó pasar, la oportunidad de afirmar que «los franceses ya saben lo que he hecho por ellos», en alusión a su labor al frente del ministerio del Interior, hasta marzo pasado, en la que se basa buena parte de su gran popularidad. Así, la batalla por la dirección del partido más poderoso de la derecha gala se anuncia feroz entre los partidarios de Chirac y los de Sarkozy, que aparentemente cuenta con un amplio respaldo entre los militantes y también entre los parlamentarios de la UMP, dada su gran popularidad. El ministro de Economía desvelará «de aquí al final del verano» si se presenta como candidato a la sucesión de Juppé, aunque Chirac ya le ha advertido de que si es elegido presidente de la UMP deberá dejar su puesto en el Gobierno.

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