Expira el ultimátum para matar a siete extranjeros secuestrados

Los radicales que secuestraron a siete personas en Irak y que dieron un ultimátum que expiraba ayer por la tarde para empezar a ejecutarlos uno por uno no han ofrecido hasta el momento ningún dato sobre la suerte de sus víctimas. El mediador iraquí espera en su oficina de Bagdad el final de las negociaciones con un representante de la empresa kuwaití para la que trabajaban los conductores de camiones secuestrados el pasado 21 de julio: tres indios, tres keniatas y un egipcio. El patrono kuwaití estaba dispuesto a pagar compensaciones a los habitantes de la ciudad rebelde de Faluya, tal y como habían sugerido los secuestradores. El grupo de secuestradores, que se hace llamar Ejército Secreto Islámico-Brigada de las banderas negras, exige que la empresa Kuwait and Gulf Link Transport se retire de Irak. Ayer se registró el segundo enfrentamiento en las últimas 48 horas entre insurgentes y marines en la ciudad de Faluya, corazón de la resistencia iraquí. El mando militar de Estados Unidos en Irak aseguró haber matado a veinte guerrilleros rebeldes en los combates librados la madrugada del viernes en la ciudad iraquí. Sin embargo, fuentes médicas de Faluya informaron de que habían recibido 13 cadáveres y unas 16 personas heridas, algunos de ellos mujeres y niños atrapados por el fuego cruzado.