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Marruecos inicia el diálogo con los jeques de los terroristas islámicos

Publicado por
Pacos Soto - rabat
León

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«Queremos conocer mucho mejor por dentro la forma de pensar y los objetivos de los cabecillas salafistas» Una fuente de la DGST marroquí La Dirección General de la Vigilancia del Territorio (DGST, servicios secretos interiores) de Marruecos ha iniciado un diálogo con los cabecillas de la Salafiya Jihadia (Salafismo Combatiente) encarcelados en la prisión de Kenitra (a 30 kilómetros al norte de Rabat) y acusados de haber participado en diversos atentados terroristas. Los responsables de la DGST encargados de la misión dicen actuar en nombre del Palacio Real y, oficialmente, quieren sondear a los jeques del salafismo combatiente sobre sus opiniones en materia religiosa e ideológica. En la cárcel de Kenitra están detenidos casi un centenar de salafistas, entre los cuales se encuentran los ideólogos y cabecillas más duros de esta corriente del islamismo radical importada de Arabia Saudí y varios condenados a muerte por la matanza de Casablanca del 16 de mayo del 2003 y otros actos terroristas. Decenas de estos presos han llevado a cabo una huelga de hambre durante varias semanas para protestar por su aislamiento y condiciones de detención y presionar a las autoridades para que revisen sus casos. Los abogados de muchos detenidos han denunciado torturas y malos tratos durante los interrogatorios policiales y numerosas irregularidades en los procesos judiciales, acusaciones que han sido corroboradas por Amnistía Internacional y otros organismos pro derechos humanos. Dividir a los extremistas La operación de los servicios secretos marroquíes, que se lleva a cabo con mucha cautela, se ha fijado el objetivo de «conocer mucho mejor por dentro la forma de pensar y los objetivos de los cabecillas salafistas para facilitar una actuación policial más eficaz». La mayoría de los agentes de la DGST que han iniciado el diálogo con los jeques salafistas encarcelados en la prisión de Kenitra tienen una buena formación en materia religiosa, conocen bien los entresijos del islamismo radical marroquí y han intentado que los contactos discurran por el ámbito estrictamente político. Además, la DGST ha conseguido completar de forma significativa las investigaciones iniciadas durante las operaciones policiales después de los atentados terroristas de Casablanca. Miles de personas fueron detenidas y más de 2.000 han sido procesadas. De momento, la fase de contacto ha acabado aunque ningún responsable -ni de la monarquía ni del Gobierno ni de la DGST- ha querido informar sobre su desarrollo. Pero todo indica que Rabat quiere dividir a los extremistas.