Pakistán logra evitar un ataque terrorista contra intereses norteamericanos

En lo que parece un logro en la lucha contra el terrorismo, Pakistán anunció este fin de semana que desbarató un complot que incluía el asesinato de dirigentes civiles y militares, así como ataques contra lugares tan estratégicos como el Parlamento, la Embajada de Estados Unidos y el cuartel general del Ejército. El Gobierno anunció el sábado que arrestó a una decena de militantes paquistaníes y extranjeros, de los cuales se sospecha su vínculo con la red terrorista Al Qaeda, y que habrían planeado los ataques para ejecutarlos el 13 y 14 de agosto, con motivo del 57 aniversario de la Independencia. «Su proyecto era atacar físicamente a dirigentes civiles y militares con la ayuda de armas sofisticadas y granadas manuales», declaró el ministro del Interior, Faisal Saleh Hayat. Los blancos del ataque planeado eran «el Parlamento, el cuartel general del Ejército, la residencia del primer ministro, la presidencia, la Embajada de Estados Unidos y la residencia del jefe del Estado Mayor Conjunto», el domicilio del presidente Musharraf.