Comicios a la carta para Moscú

«Ciudad limpia, elecciones limpias». Este era el nombre de la campaña que las autoridades pro-rusas de Chechenia lanzaron el sábado pasado para dar una mayor imagen de normalidad y para animar a los ciudadanos a votar en las elecciones presidenciales que que se celebran hoy. Pero hace ya días que los voluntarios encargados de limpiar la ciudad de Grozni abandonaron el trabajo, después de que volviesen a recrudecerse las escaramuzas entre las tropas de ocupación rusas y los guerrilleros independentistas. En cuanto a las elecciones de hoy, su limpieza no se promete mucho mayor que la de las sucias y destrozadas calles. Nadie duda de la victoria de Alu Aljanov, el ministro del Interior del gobierno del anterior presidente, Ahmad Kadírov, muerto en un aten-tado de los independentistas en mayo. Como Kadírov, Aljanov es aliado de los rusos, pero carece del mínimo de prestigio que ostentaba aquel por haber participado en la primera guerra de Chechenia (1994-96) del lado de los independentistas, antes de volverse un aliado de Moscú. En cierto modo, Aljanov es más coherente, puesto que siempre ha estado de parte de los rusos, pero esta virtud difícilmente dará un buen eslógan electoral en un país devastado por el ejército de Putin. Errata en el pasaporte Como Kadírov hace un año, Aljanov se ha asegurado de que sus competidores tengan pocas posibilidades. El único que podía haberle inquietado, el empresario Málik Saudulayev, ha sido descalificado por la comisión electoral alegando nada menos imaginativo que una errata en su pasaporte. Los otros seis candidatos en liza son univer-salmente considerados como otros tantos sacos de boxeo y su entusiasmo es tan escaso que varios de ellos ni siquiera han utilizado los espacios gratuitos de televisión que les garantiza la ley. Tal como están las cosas, la incógnita que elude a los chechenos se encontrará hoy no en las urnas sino en Moscú y su posible reacción ante los atentados de esta semana contra dos aviones de pasajeros rusos, que prácticamente se han confirmado obra de los independentistas chechenos. La Duma y la mano dura En la Duma rusa, algunos partidos políticos han pedido el restablecimiento de la gobernación directa de Moscú sobre todo el territorio de Chechenia y una operación militar de castigo. En un gesto que no puede ser más significativo, se dice que algunos padres chechenos han sacado a sus hijos de la sala de cuidados intensivos del hospital de Grozni por considerar que estarán más seguros en su casa que en la UCI de un edificio público. Alguien podría decir que Chechenia también se encuentra en la UCI, pero sin posibilidades de irse a su casa.