El Ejército Islámico niega haber entregado?los rehenes?a?otro?grupo

Tras haber pecado por un precipitado optimismo la víspera, las autoridades francesas mantuvieron este viernes una prudente esperanza en una pronta liberación de los periodistas Christian Chesnot y Georges Malbrunot, secuestrados desde hace dos semanas por radicales islámicos en Irak junto a su chófer sirio. La tensa espera se vio agitada, una jornada más, por rumores inverificables e informaciones contradictorias. El clima en París es de «prudencia, pero de confianza», en palabras de Jean Pierre Raffarin. El primer ministro francés se limitó a añadir que «tenemos informaciones positivas, pero hay etapas que salvar». En medio de la confusión reinante, la única certeza resultante de las diversas declaraciones oficiales es que los rehenes se encuentran vivos, gozan de buena salud y reciben un buen trato. Esta impresión, certificada desde Ammán (Jordania) por el ministro de Asuntos Exteriores francés, Michel Barnier, fue corroborada en Bagdad por el jeque Abdel Salam Al Kobeissi, uno de los dirigentes del Comité de Ulemas. Los rehenes están «fuera de peligro y su liberación es cuestión de tiempo», dijo el representante de la más alta autoridad de los suníes iraquíes. Poco después, un comunicado atribuido al Ejército Islámico en Irak, el grupo fundamentalista suní que ha asumido el secuestro, rebajaba las expectativas de un inminente feliz desenlace. El texto, difundido por internet y no autentificado por los expertos, puntualizaba que «el comité jurídico» de la organización iba a anunciar «próximamente su decisión». En un desmentido a declaraciones oficiales de París, los secuestradores aseguraban que «no hemos delegado a ningún grupo de personas negociar o discutir en nuestro nombre». Esta precisión se dirigía también a responder a las manifestaciones del Comité de Ulemas y de ciertos grupos salafistas.