Putin anuncia reformas en la seguridad rusa tras los 330 muertos en Beslán

Cuando los muertos en Beslán ascienden ya a 330, de ellos 156 niños, el presidente Vladimir Putin anunció ayer a sus compatriotas que Rusia había «mostrado debilidad» frente al peligro terrorista y prometió medi-das para reforzar la seguridad y la unidad del país. Al alba, el jefe del Kremlin realizó una visita relámpago al lugar de la tragedia. Tras recorrer las camas de varios heridos en el hospital clínico de Beslán, reiteró que la acción en la escuela para liberar a los más de 1.200 rehenes no se planeó de antemano. «La situación evolucionó muy rápido y de forma inesperada», ar-gumentó, saliendo al paso de las críticas internas y externas. Sin aclarar Un día después del trágico desenlace aún nadie tiene claro cómo sucedió. En la escuela número 1, donde empezó todo, un oficial de seguridad aseguró que aún están tratando de investigar «si las primeras explosiones fueron fortuitas o premeditadas». Mientras, los equipos de rescate se limitan a contar los cadáveres. Oficialmente los cuerpos recuperados ascienden a 330, pero el Ministerio de Sanidad de Osetia del Norte habla de 460 muertos. La mayoría de los niños heridos de bala fueron alcanzados por la espalda, debido al fuego indiscriminado abierto por los terroristas. También se informó que en el primer día de la crisis el comando asesinó a 20 rehenes y que las fuerzas especiales perdieron en el asalto a más de diez de sus hombres. Las bajas en el comando pro checheno ascienden a 26, ocho de ellos tiroteados dentro de la escuela y el resto en un edificio próximo a donde escaparon. Otros tres fueron capturados. Aunque la operación se da por terminada, decisión de Putin de cerrar ayer las fronteras de Osetia del Norte y bloquear Beslán hace pensar que un número indeterminado de terroristas logró escapar. Algunos rehenes hablan de que el grupo suicida contaba con hasta cincuenta miembros. En un discurso de unos diez minutos, el jefe del Kremlin declaró que la toma de rehenes en Beslán fue un ataque directo contra Rusia «del terror internacional», que no se reaccionó de formar apropiada y que en ningún caso había que «ceder al chantaje». Por ello, dijo, «debemos crear un sistema mucho más eficaz de seguridad, que exige que nuestras fuerzas actúen conforme a los nuevos desafíos». Dentro de esas medidas mencionó la necesidad de crear un nuevo sistema de interacción de las fuerzas que «controlan el Cáucaso Norte» y un gobierno de crisis. La operación del comando terrorista estaba perfectamente estudiada, según el responsable de los Servicios Federales de Seguridad (FSB) en Osetia del Norte, Valery Andréyev, quien dijo que las armas y explosivos utilizados por el comando pro checheno fueron llevadas allí de antemano. «Las armas y las municiones habían sido escondidas días antes en la escuela», declaró. Una fuente de la seguridad oseta cercana a la investigación ha declarado que los explosivos, las armas y las municiones fueron llevados a la escuela durante unas obras de reparación de este verano y los ocultaron como materiales de construcción. El gimnasio está aún repleto de explosivos, lo que dificultar la evacuación de los cuerpos de las víctimas. Mientras, los habitantes de Beslán acusan a las autoridades de haberse equivocado en la crisis. «El responsable es el presidente oseta, debe pagar por ello».