Rusia critica a Washington y Londres por acoger a terroristas

Rusia criticó ayer con virulencia a los países occidentales que dicen luchar contra el terrorismo pero ofrecen asilo a los separatistas chechenos, casi una semana después de la toma de rehenes en Beslán. El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, no escatimó criticas a EE.UU. y Gran Bretaña, dos países que han ofrecido asilo político a los emi-sarios del líder checheno Aslan Másjadov. En su opinión, esto mina la unidad de la coalición antiterrorista internancional. Mijail Gorbachov dio ayer su apoyo a la línea dura del presidente Vladimir Putin. «No puede sentarse a la misma mesa que los matones», dijo. Con respecto a los ataques preventivos, el ministro de Defensa, Serguéi Ivanov, puntualizó que las operaciones se efectuarán sin avisar ni consultar a nadie. Después de que Rusia ofreciera una recompensa de 10 millones dólares por cualquier información que conduzca a los independentistas Aslan Masjadov y Chamil Basaiev, los rebeldes chechenos han ofrecido el doble (20 millones de dólares) por la captura de Putin, al que califican de criminal de guerra y al que acusan de «la organización en Chechenia del asesinato de cientos de miles de civiles, y especialmente de decenas de miles de niños». El presidente de Osetia del Norte, Alexandr Dzasójov, decretó la destitución del Gobierno de la república norcaucásica, conmocionada tras el trágico desenlace de la crisis de los rehenes en la escuela de Beslán, pero descartó dimitir él mismo. Dzasójov, que el miércoles anunciaba la inminente destitución del Gobierno ante varios miles de ciudadanos que exigían también su renuncia, reunió ayer a sus partidarios en Vladikavkaz, capital de Osetia del Norte. Según Interfax, el presidente afirmó, sobre su propia dimisión, que no se aferra el poder, pero que «Dimitir ahora sería abandonar al pueblo noroseta y retrasar la investigación sobre los sucesos de Beslán», subrayó. Por otra parte, un centenar de personas se concentraron ayer en silencio delante de la embajada de Rusia en Madrid para manifestar su solidaridad con las víctimas de la masacre de la escuela de Beslán y exigir que Rusia y Chechenia negocien una solución pacífica.