Un informe de EE.UU. revela que no hallaron armas de destrucción masiva en Irak
El titular parecía una burla, de no tratarse de algo tan serio como la invasión de un país que ha costado la vida a más de 20.000 personas y ha desestabilizado toda una región. «Deseos, pero no capacidad», decía The New York Times: es lo único que han encontrado en Irak los inspectores de EE.UU. encargados de demostrar que el régimen de Sadam Husein era «una amenaza inminente para el mundo». El borrador del informe final del llamado Iraqui Survey Group (Grupo de Sondeo Iraquí), nombrado directamente por el Gobierno de George W.Bush, circula ya entre altos funcionarios de la administración que discuten qué partes del mismo se harán públicas. Algo que ocurrirá «en las próximas semanas», según el rotativo, cuyas fuentes han tenido acceso al documento. El grupo liderado por Charles Duelfer tenía como misión encontrar pruebas que demostraran el argumento esgrimido por el Gobierno norteamericano para invadir Irak sin la aprobación de la ONU. Duelfer no es el primero en fracasar en ese intento. Su predecesor, David Kay, dimitió en enero tras un demoledor informe emitido en octubre en el que sugería que las armas de destrucción masiva probablemente no existieron. «Estábamos equivocados en todo», admitió públicamente. Sin rastros Después de que su grupo de 1.200 miembros de la inteligencia militar y civil revisase escrupulosamente durante año y medio miles de documentos, interrogasen a cientos de científicos y funcionarios iraquíes e inspeccionasen cada rincón del país, Duelfer apenas ha encontrado un mínimo rastro al que el Gobierno de Bush pueda aferrarse para seguir defendiendo su postura. Según el rotativo, el informe dirá que los servicios de inteligencia iraquíes tenían una red clandestina de laboratorios y casas de seguridad con material que «podría servir» para investigaciones de armas químicas y biológicas. «Con ello los iraquíes tenían la capacidad de usar los laboratorios para producir pequeñas cantidades de agentes letales o conducir estudios muy primitivos como paso hacia una producción de armas de destrucción masiva».