Francia, Alemania y Bélgica tampoco enviarán personal ni financiarán la operación, que comenzará antes de final de año
La Otan aprueba su primera misión en Irak, en la que no participará España
Cerca de 300 instructores viajarán a Bagdad para poner en marcha una academia militar
Dos tanques norteamericanos arden tras el ataque con bomba que dañó ayer la embajada española
La Alianza Atlántica logró ayer por la tarde ponerse de acuerdo para colaborar en la formación de las nuevas Fuerzas Armadas iraquíes, que estarán compuestas, cuando la recluta haya concluido, por un cuarto de millón de personas. Al término de una larga jornada de negociaciones, portavoces oficiales de la Otan anunciaron a últimas horas de la tarde que el Consejo Atlántico había logrado un consenso sobre todos los aspectos de la operación. Francia principalmente, pero también España, Bélgica y Alemania, habían venido expresando reservas a lo largo de toda la última semana sobre aspectos concretos de la operación, como el reparto de costos, la responsabilidad de proteger a los monitores que se desplazarán a Irak o la estructura de mando de toda la operación. Estos cuatro países han anunciado que no enviarán instructores a Irak, ni participarán en su financiación, que correrá a cargo, en buena parte, de los presupuestos asignados a los cuarteles generales estratégicos de la Otan en Norfolk (EEUU) y Mons (Bélgica). Al final, París decidió ayer por la tarde darse por satisfecha con las garantías ofrecidas por la Alianza Atlántica sobre todos los extremos que reclamaba. En un plazo aún por determinar, cerca de 300 instructores aliados viajarán a Bagdad para poner en marcha una academia militar, en la que los oficiales iraquíes aprenderán de sus homólogos atlánticos tácticas operacionales y procedimientos de confrontación. Se trata, aclaraba un portavoz aliado, de un nivel de instrucción previo al estrictamente de combate. Los detalles militares de la misión están aun por definir. En las próximas horas comenzarán a trabajar sobre ellos los miembros del Comité Militar de la Otan, una vez establecidas las coordenadas políticas de la operación por el Consejo Atlántico. Los portavoces aliados no dan todavía fechas concretas para el inicio de la misión, a la espera de que el Comité Militar defina las necesidades a satisfacer y los recursos a emplear en ella.