La Casa Blanca condena los asesinatos pero no cambiará su política en Irak

El presidente estadounidense, George W. Bush, condenó el pasado miércoles las decapitaciones de rehenes en Irak y reiteró que estos crímenes no lograrán que Estados Unidos cese sus actividades en Irak. «Estos terroristas no derrotarán a nuestras tropas. No pueden derrotar a nuestras tropas. Lo único que saben hacer es decapitar a la gente e intentar hacer tambalear nuestra voluntad», declaró Bush en un mitin electoral en Latrobe, en el estado de Pensilvania (noreste del país). «Intentan convencer a los iraquíes de que la libertad vale la pena. Intentan convencer a los estadounidenses de que nos vencerán. Nosotros nos oponemos a la violencia, no soportamos las decapitaciones, pero no vamos a dejar a los bandidos impedirnos cumplir nuestro deber», afirmó Bush. La Casa Blanca ya ha advertido de que estos actos «bárbaros» no desviarían la política de Washington en Irak.