Ambos separatistas rompieron sus lazos tras el secuestro del teatro de Dutrovka en el 2002
Masjádov asegura que juzgará a Basáyev «tras el final de la guerra» El jefe de la guerrilla chechena contaba con varios cómplices dentro del Gobierno de Ingushetia
El presidente ruso insiste en una respuesta «dura y común» para hacer frente al terrorismo
Imagen de archivo del líder separatista, Masjádov, a la derecha, y Basáyev, jefe guerrillero
El líder de los separatistas chechenes, Aslán Masjádov, aseguró ayer que juzgará a Shamil Basáyey por la matanza en la escuela de Beslán, en la que murieron más de 330 personas, la mitad niños. «Al término de la guerra en Chechenia todos los individuos culpables de cometer actos ilegales, incluido Basáyev, serán juzgados», dijo Masjádov, en declaraciones difundidas por una de las páginas web de los independentistas chechenes Chechenpress.com. Masjádov, único presidente de la Chechenia independiente (1996), ya rompió lazos con Basáyev tras el secuestro masivo del teatro moscovita de Dubrovka (2002), operación terrorista que acabó con la vida de cerca de 200 personas, entre civiles y terroristas. Basáyev, el terrorista más buscado por Moscú, se atribuyó hace una semana la autoría de la toma de rehenes de la escuela noroseta de Beslán, que se prolongó durante 52 horas entre el 1 y 3 de septiembre pasados. Según Masjádov, «es prácticamente imposible llevar ante la Justicia a los culpables de actos criminales, mientras continúe la guerra en Chechenia». Además, el ex presidente chechén negó otra vez ayer que tuviera conocimiento de los planes de Basáyev, pese a lo que Moscú ha ofrecido una recompensa de 10 millones de dólares a los que aporten información sobre el paradero de ambos cabecillas separatistas. «El liderazgo de la República de Chechenia y las fuerzas armadas bajo mi mando no tienen ninguna relación con los eventos de Beslán», subrayó. Putin y la unidad internacional El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que la oleada de atentados terroristas de la que es víctima el país debe recibir una respuesta «dura y común» de todos los Estados del mundo. «La serie de ataques terroristas que cayeron sobre Rusia son un desafío a toda la humanidad, una amenaza para todos los Estados y la respuesta debe ser conjunta y dura», declaró en el Congreso Mundial de Agencias Informativas en Moscú.