La escalada de violencia entre los rebeldes y las tropas norteamericanas debilita las promesas de elecciones en enero
Mueren al menos 35 niños tras un ataque de insurgentes con coche bomba
Al menos 35 niños iraquíes murieron ayer en un atentado con coche bomba que afectó a un grupo de personas que asistía a la ceremonia de apertura de una estación de bombeo de agua en Bagdad, informaron fuentes médicas. Según cifras proporcionadas por el Ministro iraquí de Sanidad, alrededor de 20 personas más perdieron la vida y casi 200 resultaron heridas en éste y otros atentados perpetrados en la capital y la localidad septentrional de Tal Afar, así como en bombardeos de EE.UU. sobre la ciudad rebelde de Faluya. El ataque más sangriento sucedió a media mañana en el barrio de Hay al-Amil, en el suroeste bagdadí. Responsables del depósito de cadáveres del hospital de Yarmuk, adonde fueron trasladadas las víctimas de este atentado, revelaron a la prensa que 35 de los fallecidos eran «niños de diferentes edades». La tragedia La mayor con víctimas infantiles en los 17 meses de violencia en Irak, fue muy dramática. Decenas de vecinos asistían, animados por la autoridad civil, a la inauguración de una estación de bombeo en el popular barrio de Hay al-Amil cuando disparos con lanzagranadas Arpg causaron varias víctimas y propagaron el pavor entre los asistentes. Soldados norteamericanos que pasaban en un convoy militar procedieron a atender a los heridos en medio de la confusión, momento que aprovechó un conductor suicida para hacer estallar un vehículo cargado con explosivos en medio de la multitud. Según un portavoz de la I División de Caballería del Ejército de EE.UU., al menos diez soldados resultaron heridos de diversa consideración. La jornada trágica empezó muy de mañana, cuando un coche bomba estalló frente a un complejo donde se ubican viviendas y oficinas gubernamentales, en el distrito de Abu Gharaib, al oeste de Bagdad. La explosión causó la muerte a un soldado estadounidense y a dos policías iraquíes y heridas a unas 60 personas, informaron fuentes sanitarias. La Policía iraquí precisó que el atentado fue perpetrado en una zona donde se encuentran la comisaría del barrio, el Ayuntamiento y el Registro Civil. La deflagración causó, además, daños materiales en varios edificios cercanos, así como en un tanque estadounidense que custodiaba el área, añadieron. En un incidente posterior en Bagdad, un soldado estadounidense murió y otros siete resultaron heridos tras explotar varias granadas lanzadas por insurgentes contra una base militar, informó el mando norteamericano en un comunicado. La notaagregó que un número indeterminado de granadas de 122 milímetros detonaron en el interior de un campo logístico. Una tercera bomba Tel Afar dejó al menos cuatro cadáveres y 16 heridos.