Buttiglione alborota la Eurocámara con sus ideas sobre la mujer y los gais
Las relaciones entre el Parla-mento Europeo y el Gobierno italiano han transcurrido entre encontronazos desde que el Silvio Berlusconi y su partido, Forza Italia, accedieron al po-der en el 2001. El examen par-lamentario a Rocco Buttiglione, el primer comisario europeo que designa directamente Berlusconi, prometía traducirse en un nuevo escándalo y casi nadie ha salido decepcionado, pues las ideas de Buttiglione sobre la familia, la mujer y los homosexuales alborotaron ayer la Eurocámara. El futuro comisario de Seguri-dad e Interior, Rocco Buttiglio-ne, escandalizó ayer en Bruse-las a los eurodiputados, espe-cialmente a los de la izquierda, con declaraciones como ésta: «La familia existe para permitir que las mujeres tengan hijos y que un hombre las cuide». O esta otra: «Me preocupa que nacen pocos niños en Europa. Creo que hay que reflexionar sobre las condiciones de vida de las mujeres». Será número dos de Barroso El que será vicepresidente de la Comisión Europea y número dos de Durão Barroso también aprovechó su intervención para desmentir que tenga su firma la idea de crear campos de concentración en el norte de África a los que desviar a los in-migrantes clandestinos. «No he propuesto campos de concen-tración, sino centros de ayuda humanitaria», se justificó. Pero fueron la verde holandesa Kathalijne Buitenweg y el labo-rista británico Michael Cash-man quienes se encargaron de poner al representante italiano contra las cuerdas al suscitar el tema de la discriminación de los homosexuales. Buttiglione llegó a citar al filósofo Kant para establecer una distinción entre la moralidad y el derecho, asegurando que la primera no tenía porqué interferir en lo segundo. «Yo puedo pensar -declaró- que la homosexuali-dad es un pecado, pero eso no tiene una repercusión sobre la política. De la misma forma que pueden pensar que soy un pecador pero no tiene ninguna consecuencia». En cualquier caso, Buttiglione fue igualmente avalado por su grupo político, el Popular, como cuestionado por el ala iz-quierda de la Eurocámara. Para los conservadores, el aspirante italiano presentó «conceptos coherentes sobre el futuro del asilo europeo y la política de inmigración», por lo que apo-yarán su elección. El resto de la Eurocámara no lo hará.