Los explosivos tenían como blanco una reunión de suníes en Multan
Al menos cuarenta muertos en un atentado chií en Pakistán
Varios del centenar de heridos en la explosión se encuentran en estado crítico
Al menos 40 musulmanes suníes murieron y cerca de un centenar resultaron heridos ayer por la explosión de dos bombas colocadas en una reunión pública en Multan, en el centro del país, menos de una semana después de un atentado suicida contra una mezquita chií que dejó 30 muertos en la ciudad oriental de Sialkot. Las explosiones tuvieron como blanco en la madrugada una reunión de unos mil suníes que pasaban la noche en el lugar para conmemorar el primer aniversario del asesinato de un líder extremista, Azam Tariq, acribillado a balazos cerca de Islamabad el 6 de octubre del 2003. «El balance es de al menos 40 muertos», indicó el doctor Imran Rafiq, médico jefe del hospital Nishtar de Multan, la gran ciudad del sur de la provincia de Penjab, 400 kilómetros al sur de Islamabad. Al menos diez personas murieron en el momento y 30 fallecieron en el hospital o durante su traslado al centro, según el médico, que precisó que numerosos heridos se encontraban en estado crítico. Según las autoridades, al menos un centenar de personas resultaron heridas en el atentado, que los testigos atribuyeron inmediatamente a extremistas chiíes, en el marco de los actos violentos por los que se enfrentan las dos comunidades musulmanas desde hace más de 20 años. Caos y cólera Cuando los militantes comenzaban a dispersarse después de una noche de recogimiento, las explosiones, al menos una de ellas de un coche bomba, provocaron el caos y la cólera en el centro de Multan. «Sin duda la bomba había sido colocada en un coche y al terminar la manifestación fue activada a distancia o por un mecanismo de tiempo», indicó el jefe de policía del distrito, Sikandar Hayat. Las Fuerzas de Seguridad se esforzaban para restablecer el orden, temiendo revueltas y venganzas por parte de los suníes, sobre todo el viernes, día de la gran oración semanal musulmana. Más de un millar de militantes suníes estaban reunidos desde la noche del en la plaza Rasheedabad, en el centro de Multan, para rendir homenaje a Azam Tariq, fundador del grupo extremista suní ilegal Sipah-e-Sahaba Pakistán, considerado responsable de la muerte de varias decenas de chiíes. Su asesinato, en un peaje de autopista por un grupo de varios hombres armados, fue atribuido por las autoridades a extremistas chiíes.