La estrategia del miedo gana a la campaña de promesas
Los dos candidatos dedican los últimos quince días de campaña electoral a advertir a los votantes del riesgo que corren si ofrecen su apoyo al contrincante, con el terrorismo como fondo
Demócratas y republicanos, escasos de promesas, recurrieron este fin de semana al susto como herramienta para convencer a los votantes sobre las consecuencias de una victoria de George W. Bush o John Kerry. Cuando faltan 16 días para los comicios y las encuestas registran un virtual empate de ambos candidatos en las preferencias de los votantes, y con pocos indecisos disponibles, los avisos de campaña y las polémicas de portavoces enfocaron más los peligros que las oportunidades. Marc Racicot, presidente de la campaña de Bush, dijo en el programa «News» de la cadena Fox, que una victoria de Kerry traería un mayor peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos, y una intromisión mayor del gobierno en la gestión de la asistencia médica. En el mismo programa Joe Lockhart, asesor de la campaña de Kerry, sostuvo que una victoria de Bush acentuará el aislamiento de EE.UU. en el escenario internacional, una privatización del sistema estatal de jubilaciones y, posiblemente, el retorno del servicio militar obligatorio. Numerosas encuestas indican que la mayoría de los votantes cree que Bush restablecerá el servicio militar obligatorio, cancelado en Estados Unidos en 1971. Bush insistió en Florida en que él no restablecerá el servicio militar obligatorio y, de hecho, sugirió que Kerry podría hacerlo: «La mejor forma de evitar la conscripción es que voten por mí». Tonadas similares trajeron los nuevos avisos de propaganda política difundidos desde este fin de semana en una decena de Estados que, según los estrategas electorales, serán los que decidan la puja entre Kerry y Bush. Tres nuevos avisos de los demócratas enfocan la continuación de la violencia en Irak, las pérdidas de vida y las mutilaciones sufridas por los soldados estadounidenses en una guerra que, según Kerry, Bush inició bajo excusas falsas, y el dolor de la madre de un soldado muerto en Irak. Tres nuevos avisos de los republicanos sostienen que con Kerry aumentará el peligro de ataques terroristas, recuerdan los ataques del 11 de septiembre de 2001, y amplifican la amenaza de grupos como Al Qaida. Después de la campaña electoral más prolongada de la historia de Estados Unidos y de tres debates que atrajeron un promedio de 45 millones de televidentes, el presidente Bush ha perdido parte de la ventaja que tuvo, por meses, en las encuestas, y Kerry ha ganado algunos puntos aunque no suficientes para un vuelco decisivo.