Establece ocho niveles de advertencias hasta llegar a la orden definitiva de ataque
Una ley de Brasil permite que todo avión sospechoso pueda ser derribado
La iniciativa pretende combatir el tráfico de drogas, que llega al país sobre todo por vía aérea
Todo avión que vuele sobre el territorio brasileño y se niegue a identificarse correrá el riesgo de ser derribado por la Fuerza Aérea desde ayer, con la entrada en vigor una nueva ley de seguridad nacional. La llamada «Ley de Tiro de Destrucción» fue aprobada hace 90 días por el Congreso, tras haber estado paralizada durante seis años y con solamente tres meses de discusiones. Esa nueva norma legal es similar a la que desde hace años existe en Colombia y a otra que suscitó intensas polémicas en Perú después de que en el 2001 la Fuerza Aérea de ese país derribó por error una avioneta «Cessna» con unos misioneros estadounidenses a bordo. En ese «accidente» murieron la misionera Roni Bowers y su bebé de siete meses y los vuelos de interceptación fueron cancelados tiempo después. Como en Colombia y también en esa época en Perú, la ley que se aplicará ahora en Brasil intenta fundamentalmente combatir el tráfico de drogas, que según estadísticas de las autoridades brasileñas llegan al país sobre todo por vía aérea. Datos de la Fuerza Aérea dicen que el año pasado ingresaron en el espacio aéreo brasileño 4.628 aviones, en su mayoría de pequeño porte, que no pudieron ser identificados. Los militares creen que en realidad el número de esos pequeños aparatos, que son los más usados por los narcotraficantes, es mucho más elevado cada año en espacio aéreo brasileño. La ley que entró en vigor ayer establece una serie de pasos que deben ser seguidos antes de que una aeronave sea atacada por ser considerada hostil. Son en total ocho niveles de advertencias hasta llegar a la orden definitiva de ataque, que sólo podrá ser dada por el máximo jefe de la Aeronáutica, cargo que ahora ocupa el teniente brigadier Luiz Carlos da Silva Bueno. Antes de lo que la jerga militar y la propia ley califican como «tiro de destrucción», los aviones de la Fuerza Aérea deberán hacer varios disparos cercanos al aparato sospechoso como última medida de persuasión. Para garantizar la aplicación de la ley, la Fuerza Aérea contará con el Sistema de Vigilancia de la Amazonía (Sivam), un sofisticado conjuntos de plataformas tecnológicas de defensa utilizado para detectar actos ilícitos en la mayor selva tropical del planeta. El Sivam está compuesto por cinco satélites y 120 estaciones en tierra distribuidas en puntos estratégicos en 5,2 millones de kilómetros cuadrados de Amazonía brasileña, en su mayor parte una región selvática y de difícil acceso, equivalente a media Europa.