Diario de León

Castro se opera con anestesia local para seguir con el gobierno

Publicado por
Mar Marín - la habana
León

Creado:

Actualizado:

Con una pierna enyesada y el brazo derecho en cabestrillo, Fidel Castro sigue dispuesto a sostener con su firme mano izquierda las riendas de Cuba, tras sufrir el miércoles una doble fractura. Ni siquiera durante una intervención quirúrgica quiso dejar dichas riendas en manos de su sucesor -su hermano Raúl, de 74 años-, ya que se negó a que se le administrara anestesia general. Tal como hiciera hace dos años, cuando explicó en Crónica para un reposo los detalles de un retiro obligado por una linfagitis en la pierna izquierda, el presidente explica en una «carta a sus compatriotas» su caída y la intervención a la que fue sometido ayer. «De común acuerdo, los especialistas y el paciente decidimos proceder a la inmediata operación de la rodilla e inmovilizar el brazo derecho con un sencillo cabestrillo», relata Castro en tercera persona. «Los ortopédicos se dedicaron a reunir y ubicar cada uno de los fragmentos en los sitios que le correspondían a cada uno de ellos y como tejedores proceder a unirlos sólidamente cosiéndolos con fino hilo inoxidable unos y otros». «Un trabajo de orfebrería», puntualiza. «El paciente -sigue- le solicitó a los médicos que no le aplicaran ningún sedante y utilizaron anestesia por vía raquídea», para adormecer sólo la parte inferior del cuerpo, pero mantener intacto el resto del organismo. «Dadas las circunstancias actuales, era necesario evitar la anestesia general para estar en condiciones de atender numerosos asuntos importantes», subraya. Dedica más líneas a insistir en que el incidente no le ha distraído ni por un momento de sus deberes con la revolución que lidera desde 1959: «Desde el mismo instante de la caída, no he dejado de atender las tareas más importantes que me corresponden, en coordinación con todos los demás compañeros». Castro también relata la caída: no se percató de la existencia de un escalón, pisó en el vacío y cayó. «no se puede culpar a nadie».

tracking