Una grabación desmiente la tesis del robo de explosivos

El fantasma de la guerra de Irak amenaza con perseguir a George W. Bush hasta la mismísima urna electoral. La cadena de televisión ABC difundió el jueves un vídeo que, en contra de lo defendido por el propio presidente estadounidense, demuestra que los 343 kilos de explosivos que desaparecieron de una base situada cerca de Bagdad estaban todavía en la instalación cuando llegaron las tropas norteamericanas, nueve días después de la caída de Sadam. La historia no habría pasado a mayores de no ser por la proxi-midad de las elecciones y por constituir una muestra, según las filas demócratas, de la falta de credibilidad de Bush. Tanto Kerry como el candidato a la vicepresidencia, John Edwards, aprovecharon la situación para responsabilizar a la actual Administración del robo del material y han convertido el suceso en símbolo del fracaso del gobierno republicano. En las imágenes tomadas el 18 de abril del 2003 y difundidas el jueves por ABC se pueden ver varios barriles que, según los expertos consultados por la cadena, contendrían el ex-plosivo HMX y en los que se observan con claridad los sellos de la ONU. «Hablé con un ex inspector colega mío y él me confirmó que, efectivamente, esas fotos se parecen a lo que él recuerda haber visto dentro de esos búnkeres», señaló en su aparición televisiva el ex inspector de armas de la ONU David Allbright. La reacción de la Casa Blanca ante el vídeo no se hizo esperar y el portavoz, Scott McClellan, compareció en rueda de prensa para asegurar que existen posibilidades de que el material fuera destruido por los propios norteamericanos sin que llegase a ser robado por nadie, aunque no existe prueba alguna de tal operación. «Pienso que es una posibilidad real», declaró pese a todo McClellan, quien aprovechó para atacar a Kerry.