Francia solicita a Israel que permita al mandatario palestino volver a Gaza
Los médicos franceses descartan que Yaser Arafat sufra leucemia
El gobierno hebreo no explicita si dará al rais libertad de movimientos a su regreso
Los exámenes médicos a los que ha sido sometido el dirigente palestino, Yaser Arafat, descartan «claramente» la posibilidad de un cáncer, afirmó ayer el ministro palestino de Asuntos Exteriores, Nabil Chaath. «Está totalmente claro que no tiene un tumor y que no padece leucemia», declaró a la prensa Chaath, quien añadió que el presidente de la Autoridad Palestina ha tomado hoy su primer almuerzo, que consiste en cereales y leche. En el terreno político, Chaath se felicitó de «la unidad manifestada por los palestinos» después del anuncio del deterioro de salud de su dirigente. Los responsables palestinos desmintieron ayer informaciones de prensa según las cuales el jefe histórico del pueblo palestino, de 75 años y muy debilitado, estuviera afectado por una leucemia y hubiera perdido parte de sus capacidades intelectuales. Por su parte, uno de los consejeros de Arafat, Nabil Abu Rudeina, declaró en París que el dirigente podrá «curarse» ya que no sufre un «problema serio» y añadió que los médicos no descartan ninguna posibilidad, incluido un envenenamiento. «Puedo asegurar que no sufre una leucemia u otro problema serio. Puede curarse y esperamos que se recupere rápidamente», aseguró, confirmando las informaciones facilitadas el sábado por otros representantes palestinos sobre el estado de salud del dirigente. Según el consejero, su estado es mejor que el que se preveía. «No soy médico pero se están estudiando todas las posibilidades, incluido el envenenamiento», indicó. El ministro francés de Asuntos Exteriores, Michel Barnier, declaró ayer a la radio pública France Inter que espera que Israel respete su compromiso de dejar volver a Yaser Arafat a los territorios palestinos. «He escuchado las garantías dadas por los israelíes sobre el retorno de Yaser Arafat a Ramala y pienso que así debe ser», aseguró. Además, el ministro confió en que en un futuro, «lo antes posible», el Estado hebreo permita también la libertad de movimientos del rais palestino porque sus condiciones de vida en la Mukata, su cuartel general en Ramala donde ha estado confinado casi tres años, son extremadamente difíciles. «Espero que un día u otro, lo antes posible, se le devuelva la libertad de movimientos porque la situación que vive en Ramala no es digna», aseguró, subrayando que es «normal» que Francia haya recibido al dirigente ya que es el «jefe legítimo de la Autoridad Palestina y necesita ayuda». Precisamente, un responsable del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí indicó ayer que la luz verde dada por las autoridades francesas a que Arafat recibiera tratamiento en París «no ha sorprendido» a Israel.«No contestamos el carácter humanitario del gesto de París, pero no es evidentemente una casualidad que Yaser Arafat haya elegido recibir tratamiento allí», añadió este responsable. «Desde hace décadas, Francia no ha cesado de socorrer a Arafat cada vez que estaba en peligro, eso comenzó en Beirut en 1982 cuando Francia lo evacuó, a él y a sus hombres», prosiguió. Hacía alusión a la época en la que las tropas israelíes ocupaban la capital libanesa.