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La puntería de la insurgencia

Los rebeldes iraquíes matan a tiros con total impunidad al vicegobernador de Bagdad y desatan una guerra de baja intensidad en Faluya y Ramadi contra las tropas de la Coalición

Soldados norteamericanos y policías iraquíes toman posiciones para proteger una columna en Bagdad

Publicado por
Namir Subhi - bagdad
León

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?on rebeldes de «larga duración». Y, además, con buena puntería. El vicegobernador de Bagdad, Hasán Kamel Abdel Fattah, fue asesinado ayer por un grupo de desconocidos armados que le disparó en el barrio de Dora (en el sur de la capital). El grupo islamista Ansar Al Sunna, vinculado a la red terrorista Al Qaida, reivindicó la muerte de Abdel Fatth en un comunicado publicado en su página web. Hasán Kamel Abdel Fattah se dirigía a su oficina en su vehículo cuando fue el blanco de disparos lanzados por desconocidos. Dos guardias encargados de la seguridad del vicegobernador resultaron heridos en el ataque que se produjo en (el barrio de) Dora, no lejos de su lugar de su residencia. Las tropas estadounidenses libran una guerra de baja intensidad en las zonas rebeldes de Faluya y Ramadi a la espera de un eventual asalto final que, al parecer, se pospondrá hasta conocerse el resultado electoral en Estados Unidos. En los últimos cuatro días, unidades del Ejército de EE.?UU. se han visto involucrados en un número creciente y continuado de combates en esta zona, convertida en el corazón de la insurgencia iraquí. Según el cómputo oficial norteamericano, al menos una docena de marines han perdido la vida en distintas acciones de combate acaecidas en la provincia occidental iraquí de Al Anbar, a la que pertenecen Faluya y Ramadi. El mayor número de víctimas estadounidenses se registró en una sola jornada, el pasado viernes, día en que ocho marines murieron y nueve resultaron heridos. El domingo, otro marine perdió la vida y cuatro más resultaron heridos al estallar un artefacto de fabricación artesanal al paso de su convoy por Ramadi. Como es habitual, el mando militar se guarda de facilitar los detalles de una muertes que pueden tener su peso en la decisión final de los votantes que hoy se acercarán a las urnas para elegir entre la continuidad de George W. Bush, o el nuevo viento del senador John Kerry. Fuentes médicas iraquíes calculan que en estos cuatro días de enfrentamientos han muerto más de una veintena de iraquíes entre combatientes y civiles que se refugiaban en inmuebles bombardeados por las Fuerzas Aéreas estadounidenses. Ayer, al menos seis iraquíes fallecieron en una serie de escaramuzas libradas entre tropas estadounidenses y grupos de insurgentes en Ramadi. Entre el asedio y el éxodo Los combates se desencadenaron en medio de la confusión que reina en la ciudad, sacudida por el asedio que levantan las tropas de EE.?UU. y la huida masiva de la población civil. Helicópteros artillados abrieron fuego contra diversos puntos en la ciudad después de que los insurgentes trataran de atacar uno de los convoyes norteamericanos que circulan por la zona. También murió en Ramadi el camarógrafo independiente iraquí Diaa Najm, alcanzado por una bala cuando filmaba una refriega entre marines y un grupo de hombres armados. El reportero -el vigésimo cuarto que fallece este año en Bagdad- rodaba con su cámara cerca de su domicilio en Ramadi cuando fue disparado por la espalda. Faluya vive una situación parecida se vive, escenario de bombardeos diarios y donde el cerco ya parece completado, solo a la espera de que llegue la orden final. El primer ministro interino iraquí, Iyad Alui, volvió a amenazar a ambas ciudades con hacer uso «de toda la fuerza» si no entregan a los milicianos, a los que vincula con el extremista jordano Abu Musab Al Zarqaui, considerado la principal amenaza terrorista en Irak. Sin embargo, nadie cree en Irak que la amenaza sea cumplida antes de que se conozca quién va a ser el próximo inquilino de la Casa Blanca.