La designación del comisario europeo divide al Gobierno de Berlusconi

El nombramiento del comisario europeo italiano después de la renuncia de Rocco Buttiglione, continúa siendo un problema para el futuro presidente de la Comisión europea, José Manuel Durao Barroso. Aunque su intención es la de presentar hoy ante los dirigentes nacionales del Partido Pupular la nueva lista de comisarios, falta aún por saber quien será el designado por el presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi. Mientras la presidencia holandesa expresa su deseo de que se cierre la cisis cuanto antes, en Roma circulan diversos nombres que dividen a los miembros que forman la coalición de gobierno, ya que la elección de uno u otro crearía importantes cambios en su estructura. La candidatura que ha sonado con más fuerza es la del actual ministro de Exteriores, Franco Frattini quien, durante su viaje a Moscú con el jefe del Gobierno habría hablado de «su próximo trabajo en la Comisión Europea». En precario Pero si Berlusconi opta por él, se vería obligado a remodelar el gobierno y alterar así el precario equilibrio de fuerzas en el que se basa. El actual viceprimerministro y lider de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, pasaría a Exteriores y mientras que el lider de los ex demoscristianos del UDC, Marco Follini, entraría como vicepresidente. Si esto ocurre, la presencia de la Liga Norte de Bossi en el Gobierno no se vería alterada pero intentaría un nuevo equilibrio de fuerzas. Además siempre se ha opuesto a los cambios de ministros decididos por Berlusconi para acontentar a sus otros aliados (Alianza Nacional y UDC). El pasar de los días sin que se confirme el nombramiento parece jugar en contra del vicepresidente Fini ya que el presidente no estaría convencido de que la idea de mandarlo a Exteriores sea buena. A quién no ha gustado la posibilidad del nombramiento de Tremonti es a la oposición que ya la ha calificado de «vergonzosa».