Los americanos pierden a diez hombres en una batalla de la que no se libran ni los hospitales
EE. UU. toma el corazón de Faluya en una guerra de guerillas contra los insurgentes
La resistencia reconquista Ramadi en respuesta a los combates en el baluarte rebelde
?a infantería estadounidense logró ayer afianzar posiciones estratégicas ganadas a los insurgentes en el corazón de Faluya tras varias horas de encarnizados y cruentos combates. De hecho, según portavoces militares, «los tanques patrullan ya la carretera que marca el centro de la ciudad». Soldados de los cuerpos de infantería entrenados en el combate urbano, tomaron posiciones en sedes municipales, inmuebles, mezquitas, y otros puntos estratégicos como la estación de ferrocarril, que convirtieron en «base de vanguardia». Oficiales del cuadro de mando que dirige la ofensiva dijeron, por su parte, que las tropas estadounidenses controlan ya una tercera parte de la ciudad, y se aprestan a adentrarse en los conflictivos barrios noroccidentales de Jolan, Al Askari y Al Shuhada, baluartes de los rebeldes. «Estamos encontrando menos resistencia de la esperada», dijo un portavoz. El mando militar en Bagdad no ha proporcionado cifras oficiales sobre el número de víctimas, pero algunas fuentes hablan de diez muertos entre las fuerzas norteamericanas y de más de cien entre los insurgentes. Ciudad fantasma Faluya es desde hace varios días una ciudad fantasma, con los accesos sellados. En el interior de la ciudad no hay electricidad ni agua corriente, y quedan escasas reservas de combustible para las lámparas de queroseno. Además, han sido cortadas las líneas de teléfono fijas e interferido el sistema de telefonía móvil para evitar que los cerca de tres mil insurgentes que según EE.?UU. pululan por la ciudad puedan comunicarse en el exterior. Decenas de francotiradores norteamericanos pueblan las azoteas y los pisos altos de los edificios con orden expresa de disparar a matar a cualquier hombre que parezca armado y que tenga entre quince y sesenta años. Las tropas iraquíes que participan en el asalto lograron ayer detener a nueve combatientes, dos de ellos de nacionalidad egipcia, un sirio y el resto iraquíes, informó el Ministerio de Interior. La respuesta Mientras en Faluya las tropas norteamericanas ganaban terreno, en Ramadi, otro de los enclaves de la resistencia, ocurría todo lo contrario. Allí los insurgentes se hicieron con el control del centro de la ciudad tras 24 horas de combates contra las fuerzas estadounidenses. Los soldados se vieron obligados a retirarse de un hotel desde el que controlaban la principal arteria y el centro de la ciudad. Un gran número de combatientes, con la cara tapada, armados con ametralladoras, cohetes antitanque y morteros empezaron a bailar en la calle, a disparar al aire y a gritar « Alá Akbar (Dios es grande)». Luego tomaron posiciones en previsión de una nueva ofensiva estadounidense. Según el doctor Saad al Duaimi, médico del hospital general, los combates causaron siete muertos y 24 heridos iraquíes. Mientras, en el resto del país, la violencia continuaba. Los insurgentes atacaron las comisarías de Baquba. Murieron 45 personas. Dos soldados norteamericanos murieron en Mosul.