Holanda detiene a dos islamistas en una acción similar a la de Leganés

La crisis se prolongó durante 14 horas y mantuvo a buena parte de población en vilo. Fuerzas especiales de la policía holandesa lograban penetrar ayer tarde en un apartamento situado en un barrio musulmán de La Haya, en el que se habían atrincherado dos presuntos terroristas islámicos que in-cluso amenazaron con volar el inmueble en pedazos. La operación, desplegada al rebufo del asesinato del polémico cineasta Theo van Gogh a manos de un radical islamista, se saldó con tres detenidos -uno de ellos en la ciudad de Utrecht- y otros tantos policías heridos. El dispositivo policial obligó a someter a La Haya, sede del Gobierno holandés y de diversas instituciones internacionales, a una especie de estado de sitio, en el que hubo que evacuar edificios, cerrar varias calles e incluso el espacio aéreo para prevenir posibles atentados. Todo comenzó de madrugada, cuando los agentes intentaron detener a dos presuntos terroristas que se refugiaron en un piso. Los radicales no sólo amenazaban con volar el inmueble, sino que utilizaron granadas de mano hiriendo a tres agentes. El cerco al edificio concluía después de catorce horas con un tiroteo y la detención de los dos presuntos terroristas, uno de los cuáles estaba herido y fue trasladado de inmedia-to en una ambulancia. La policía detenía a un tercer islamista en la ciudad de Utrecht, pero en relación con la operación desplegada en La Haya. Arde el país Las autoridades holandesas declinaron aclarar si estas acciones tienen o no relación con la muerte del controvertido cineasta Theo Van Gogh, asesinado el pasado día 2 por un presunto islamista radical de origen marroquí, que fue detenido junto a otras cinco personas. Este atentado desató una oleada de violencia racial en los Países Bajos, en la que fueron incendiadas seis mezquitas e iglesias. Ayer mismo ardía en llamas una escuela islámica en Uden, al sur del país, de la misma forma que el lunes fue incendiado otro colegio en la cercana ciudad de Eindhoven. La crisis desatada en el país está a punto de cobrarse su primera víctima política, el ministro del Interior, Johan Remkes, al que diarios como Telegraaf o Algemeen Dagblad acusan de no haber hecho lo suficiente para parar orden. Los sucesos de ayer recuerdan a lo acaecido en Leganés, donde seis terroristas de una célula de Al Qaida se suicidaron en un piso en Leganés cuando estaban roedados por la policía. En la explosión, que casi derriba el bloque en el que estaban escondidos, también murió un geo español. Los kamikazes islámicos eran autores materiales o cómplices de los atentados de Madrid del 11-M, que se cobraron 192 víctimas y miles de heridos. De hecho, la ministra de Inmigración e Integración, Rita Verdonk, afirmó que en el asesinato del cineasta Theo van Gogh se encuentra la misma «fuerza malévola» que en los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y del 11 de marzo en Madrid. Verdonk manifestó que estos actos tienen en común el «odio destructivo que está asociado al terrorismo fundamentalista musulmán».