El médico personal pide una autopsia

Personaje novelesco con una biografía impregnada por el secreto y el misterio, Yaser Arafat se lleva a la tumba el enigma de la causa real de su muerte. Que se sepa, ninguna autopsia o biopsia cerebral han sido practicadas al cadáver cuando son métodos irrefutables para establecer un diagnóstico certero. Los médicos militares franceses que le han atendido durante dos semanas de agonía se han amparado en el imperativo legal de la confidencialidad para no facilitar el origen del mal que acabó con 75 años de vida consagrada en exclusiva a la causa palestina. Tras pronunciar el anuncio oficial del óbito poco después de las cinco de la madrugada de este jueves, el general Christian Estripeau recordó que «el secreto médico forma parte de la ley francesa y nosotros lo respetaremos». «No daremos ninguna información médica», añadió el responsable de comunicación del servicio sanitario de los Ejércitos galos. El médico personal de Arafat, el jordano Achraf al Kurdi, reclamó ayer «una investigación oficial sobre las causas de la muerte» del dirigente palestino y una autopsia. «Reclamo una investigación oficial y una autopsia del cuerpo para que el pueblo palestino pueda conocer con toda transparencia las causas de la muerte de su líder».