La ofensiva contra Faluya causa más de 500 muertos en las filas rebeldes

La ofensiva estadounidense contra el bastión suní de Faluya ha causado más de 500 muertos en las filas de los rebeldes desde su lanzamiento el pasado lunes y ya ha costado la vida por el momento a 18 soldados norteamericanos, así como heridas a otros 69. En la ciudad rebelde situada a 50 kilómetros al oeste de Bagdad, los marines encargados de perseguir y capturar a los combatientes de la guerrilla se vieron ayer implicados en verdaderas batallas campales callejeras y procedieron a registros casa por casa, mientras que el resto de las tropas norteamericanas se adentraban en el corazón de Faluya. Diez mil soldados norteamericanos y 2.000 iraquíes combaten contra los partidarios de Al Zarqaui desde el lunes. En el terreno, un oficial de los Marines, el comandante P.J. Batty, anunció ayer que las tropas norteamericanas han encontrado a «tres rehenes iraquíes en las plantas bajas» de varias casas en Faluya, con «las manos y los pies atados, muertos de hambre, de sed y torturados». «Controlamos el 75% de la ciudad. Cuanto más avanzamos, más hacemos frente a una fuerte resistencia», añadió el comandante Ataques en otras zonas En otras zonas de Irak, los atentados y los ataques rebeldes no han cesado, especialmente en el norte del país. En Bagdad, al menos nueve personas murieron y otras 29 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba que provocó el incendio de una decena de vehículos en una calle comercial del centro de la ciudad, a una hora de gran afluencia. La explosión se produjo cuando los coches avanzaban a paso lento. «Más de diez vehículos se incendiaron y los pasajeros murieron carbonizados en el interior», afirmó el comandante de la Policía Mohamad Fuad. Los rebeldes tomaron al asalto en Mosul seis puestos de Policía y prendieron fuego a varios edificios en lo que parecen ofensivas coordinadas. El gobernador de Mosul decretó ayer un alto el fuego en la ciudad tras la muerte de cinco personas, entre ellas tres policías, en diversos enfrentamientos. Otras 14 personas resultaron heridas en un atentado con coche bomba contra el convoy del gobernador de Kirkuk (250 kilómetros al norte de Bagdad). En Ramadi, bastión suní a 100 kilómetros al oeste de Bagdad, los incidentes enfrentaron esporádicamente a los rebeldes y los soldados norteamericanos en varias calles del centro de la ciudad. Los combates causaron tres muertos y 17 heridos. Y mientras tanto, un grupo insurgente hasta ahora desconocido, identificado como Ansar al Yihad, mantiene secuestrados a tres familiares del primer ministro interino, Iyad Alaui, y amenazó con matarlos si no cesa la ofensiva sobre Faluya. El grupo, que tiene retenidos a un primo de Alaui, la mujer de éste y un tercer familiar, ha dado un plazo de 48 horas para el fin de la ofensiva. Una de las mujeres está embarazada. Alaui decidió ayer prorrogar 24 horas más el cierre del aeropuerto internacional de Bagdad, actuación aprobada por la nuevas autoridades iraquíes mientras el país se encuentre en estado de emergencia.