Barguti se postula desde una prisión de Israel a la presidencia palestina

El líder de la segunda intifada, Marwan Barguti, ha decidido presentarse como candidato a la presidencia de la Autoridad Nacional Palestina y cuenta con muchas posibilidades de ser elegido para ese cargo en los comicios que se celebrarán antes del 9 de enero, como marca la Ley Básica y anunció ayer el primer ministro, Abú Alá, tras entrevistarse en Ramala con el representante de Política Exterior de la UE, Javier Solana. Las autoridades palestinas han solicitado a Israel la remoción de sus tropas de los centros urbanos y levantar los controles militares en las carreteras para posibilitar los comicios. Solana, por su parte, prometió ayuda europea para las elecciones. Barguti está en prisión y condenado a cinco cadenas perpetuas por un tribunal de Tel Aviv que lo halló culpable de la muerte de cinco israelíes durante la intifada, algo que él rechaza. Este líder se considera a sí mismo un preso político y sostiene que los tribunales israelíes no son competentes para juzgar a un diputado palestino que lo único que ha hecho es condenar la brutal ocupación de Cisjordania y Gaza y exigir la salida del Ejército de los te-rritorios palestinos. Siempre se ha considerado partidario de alcanzar la paz con Israel y de que coexistan dos Estados con buenas relaciones, aunque condiciona la solución a la evacuación de todos los territorios que Israel ocupó en la guerra de 1967. Un sondeo reciente mostraba que Barguti es el político más popular después del difunto Arafat, y tras la desaparición de éste, es el que defiende más fielmente sus posiciones. Las primarias Barguti, sin embargo, condiciona su candidatura a que la dirección de Al Fatah no designe a otro aspirante «en unas elecciones primarias», ya que no quiere entrar en un conflicto con el partido. Con la novedosa propuesta de convocar primarias, Barguti abre una vía sin tradición en Al Fatah. Su postulación sin duda que ha creado un problema para la actual dirección del partido, puesto que todo el mundo espera que el candidato sea al actual presidente de la OLP, Abú Mazen. La candidatura de Barguti también puede resultar insidiosa para la dirección palestina, que será la que anuncie la fecha concreta de los comicios, puesto que tanto Abú Mazen como Abú Alá son partidarios de poner fin a la intifada para negociar con Israel, justo lo contrario a lo que defiende Barguti. Barguti es particularmente popular en Cisjordania, donde fue jefe de Tanzim, grupo armado de Al Fatah, y también secretario general de este. Ayer otro político joven, Mohamed Dahlán, con gran apoyo en la franja de Gaza y estrechos vínculos con Abú Mazen, manifestó que «no va a haber ninguna lucha por la herencia de Arafat». En apenas unos meses han desaparecido cuatro líderes partidarios de la intifada: los jefes de Hamás, Ahmad Yasín y Abdelaziz al Rantisi, ambos asesinados, Barguti y Arafat. Según el periódico kuwaití Al-Qabs , Israel estaría dispuesto a canjear a Barguti por el ciuda-dano árabe-isaelí Azam Azam, encarcelado en Egipto tras haber sido condenado por espía. El primer ministro hebreo, Ariel Sharon, ha tratado de canjear a Azam en numerosas ocasiones por otros detenidos palestinos, pero los egipcios nunca se han avenido al trato.