La reforma de la CIA, afectada por la crisis de las dimisiones
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) atraviesa una de las peores crisis de su historia y no parece que el Congreso, que reanuda una acortada sesión legislativa, vaya a ser capaz de marcarle un nuevo rumbo. La dimisión el lunes de dos nuevos altos cargos de la agencia -el director de operaciones Stephen Kappes y su segundo Michael Sulick- sumada a la del «número dos», John MacLaughlin, han aumentado las dudas sobre la capacidad de liderazgo del nuevo director de la CIA, Porter Goss. Varios legisladores han hablado de inestabilidad en la CIA, llegando a decir que se encuentra en proceso de «caída libre» por culpa de un equipo directivo «inexperto y partidista». Las dimisiones coinciden, además, con la semana en la que el Congreso debería acometer la reforma de los servicios secretos siguiendo las indicaciones de la comisión que investigó los atentados del 11 de septiembre de 2001.