El primer ministro maneja encuestas en las que si no cumple será castigado en las urnas
Fini, nuevo jefe de la diplomacia italiana tras aceptar bajar las tasas en el 2005
Berlusconi reabre el debate sobre la reducción de impuestos que parecía cerrado
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, designó ayer nuevo titular de Exteriores a su vicepresidente, Gianfranco Fini, después de que éste aceptara rebajar los impuestos en el 2005, pese a las dificultades de la economía del país. El nombramiento del líder de la postfascista Alianza Nacional (AN) como jefe de la diplomacia italiana se daba por descontado, pero la dinámica política lo ha mezclado con la reforma fiscal que Berlusconi quiere aplicar de forma inmediata a toda costa. De hecho, Fini recibió formalmente el encargo al término de la reunión del Consejo de Ministros en la que Berlusconi consiguió que sus socios aceptaran reabrir el debate sobre la reducción de impuestos, que parecía ya cerrado. Ahora se comenzará de nuevo, aunque contrarreloj, a buscar fórmulas para adelantar al 1 de enero próximo un recorte de los tramos del impuesto sobre la renta, que hace poco más de una semana la alianza gubernamental decidió aplazar hasta 2006. El problema sigue siendo la cobertura financiera de ese recorte, debido al escaso margen para reducir gastos y al alto déficit de las cuentas públicas, que han hecho desaconsejar la puesta en marcha inmediata de la reforma fiscal al presidente de la patronal, Luca di Montezemolo, y al Gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio. Empleados públicos Los empleados públicos, que ayer anunciaron un paro de ocho horas en coincidencia con la huelga general del próximo día 30, y los pensionistas están, según diversos medios, en el punto de mira para tratar de conseguir al menos parte de esa cobertura. El empeño de Berlusconi por bajar los impuestos reside en su convicción, avalada por encuestas privadas, de que en caso contrario los ciudadanos le penalizarían por no haber cumplido una de sus principales promesas electorales. Algunos colaboradores del primer ministro reconocen que sería «peligroso dejar» el argumento en manos de la oposición de centroizquierda, que en las próximas semanas se dispone a recibir con los brazos abiertos a Romano Prodi como líder. Con este mar de fondo llegó ayer al Ministerio de Exteriores Gianfranco Fini, que sustituye en el cargo a Franco Frattini, nuevo comisario europeo Justicia, tras la renuncia del anterior candidato italiano, el polémico democristiano Rocco Buttiglione. Fini, de 52 años, pasa a ocupar una cartera para la que ha tenido que trabajar mucho con el objetivo de librarse de la sombra de su pasado fascista.