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Sharón cede ante Powell y promete que dejará votar a los palestinos

Powell conversa con los miembros de la comisión electoral palestina

Publicado por
Eugenio García Gascón - jerusalén
León

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El primer ministro israelí, Ariel Sharón, se comprometió ayer ante el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, a facilitar la preparación y la celebración de las elecciones para la presidencia de la Autoridad Nacional Palestina que se han convocado para el próximo 9 de enero. En la práctica esto implica que el Ejército israelí probablemente se retirará de las ciudades de Cisjordania para permitir que los palestinos puedan acudir a la urnas por primera vez desde 1996, cuando Yaser Arafat venció en los comicios. Según Sharón, los militares podrían salir de las ciudades y «no acercarse a los colegios electorales el día de las elecciones», lo que indica que no será una evacuación permanente como exigen los palestinos sino una retirada puntual. Cuando terminó las entrevistas con los líderes israelíes el secretario de Estado se desplazó a Jericó para reunirse con los representantes palestinos. Estos le contaron lo difícil que resulta vivir bajo la brutal ocupación militar y denunciaron la construcción en las colonias judías de Cisjordania. Powell escuchó cortésmente a sus interlocutores sin hacer ningún comentario. En medios políticos palestinos domina el escepticismo sobre la nueva mediación de Estados Unidos y se teme que con el nombramiento de Condoleezza Rice como secretaria de Estado la situación se deteriore todavía más. Powell sin embargo dio el espaldarazo a la nueva dirección palestina y prometió el apoyo del nuevo gobierno de su país. El misterio de la muerte Las autoridades palestinas ya tienen el historial médico de Yaser Arafat en sus manos pero el misterio sobre las causas del fallecimiento perduran. «No tenemos ninguna prueba de un envenenamiento pero no lo podemos descartar», declaró este lunes Nasser Al Qidwa, sobrino del rais y embajador de Palestina en las Naciones Unidas, tras recibir en París una copia íntegra del informe, en el que no existe un «diagnóstico claro».

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