Cerrar

Jura el cargo sobre la Biblia y la Constitución y pide al Ejército que se ponga de su lado

El líder de la oposición se autoproclama nuevo presidente

Más de 250.000 partidarios de Yúschenko toman por segundo día las calles de la capital

Víctor Yúschenko jura su cargo ante sus diputados leales en el Parlamento de Kiev

Publicado por
Bernardo Suárez Indart - kiev
León

Creado:

Actualizado:

Ucrania se sumió ayer aún más en la confusión y el caos, después de que el líder opositor, Víctor Yúschenko, cruzara el punto de no retorno en su confrontación con la autoridades al jurar como presidente del país en una sesión de emergencia del Parlamento (la Rada). Arropado por el respaldo de más del cuarto de millón de partidarios que copan por segundo día las calles de Kiev y reclaman su victoria en las elecciones presidenciales del domingo, Yúschenko juró lealtad al pueblo ucraniano con la mano izquierda sobre la Biblia y la Constitución del país en la derecha. Poco antes, el prooccidental Yúschenko afirmó que «Ucrania está en el umbral de una guerra civil». Responsabilizó de ello al presidente saliente, Leonid Kuchma, a quién acusó de no haber garantizado la «libertad de elección del pueblo», y a su adversario de las urnas, el primer ministro Víctor Yanukóvich, quien según datos preliminares de la Comisión Electoral Central ganó en las urnas. En el tumultuoso acto en la Rada sólo se dieron cita 190 diputados del total de 450 legisladores, ya que la sesión fue boicoteada por los aliados del prorruso Yanukóvich. Cuando un diputado propuso el acto de juramento, el presidente del Parlamento, Vladimir Litvín, clausuró la sesión, porque -explicó- no quería participar en «un circo». Seguir en la calle Tras jurar como presidente, el líder de la oposición se personó en la plaza de la Independencia, donde pidió a las fuerzas del orden que se pusieran del lado de la oposición y que no actuarán contra los manifestante. Asi-mismo anunció la creación de un consejo nacional de defensa de la Constitución y pidió a sus partidarios seguir en la calle. Cada frase suya fue recibida con aclamaciones de la multitud, que pese a la ventisca seguía tiñendo de naranja, el color de la oposición, el corazón de Kiev. Kuchma rompió dos días de silencio para instar a los dos candidatos a dialogar y advirtió a los países occidentales que sus críticas sobre la cita electoral del domingo podría aumentar la tensión en el país. Cerca de dos tercios de la Kreschátik, la principal avenida de Kiev, seguía tomada por la oposición, que instaló una ciudadela con cerca de 300 tiendas de campaña como parte de la «resistencia social al fraude» anunciada el lunes por Yúschenko. «No nos iremos de que aquí hasta que nos concedan la victoria que ganamos», dijo Oleksandr, un obrero de 42 años llegado ayer a Keiv. Cada frase de Yúschenko fue recibida con aclamaciones de la multitud, que pese a la ventisca seguía tiñendo de naranja, el color de la oposición, el corazón de Kiev. Tropas a las puertas En la capital se observan movimientos de autobuses con fuerzas antidisturbios y en las afueras hay concentración de tropas. Sin embargo, no se han registrado incidentes e incluso las autoridades no consideraron necesario suspender el partido de la Liga de Campeones entre el Dinamo de Kiev y el Roma. «La revolución es la revolución, pero el fútbol es el fútbol», comentaba un joven que portaba una bandera naranja. Mientras, la Presidencia informó de que Kuchma se pronunció por «no resolver en la calle», sino mediante consultas y negociaciones ese conflicto político en el país, en una conversación telefónica con el primer ministro holandés y actual presidente de la Unión Europea, Jan Peter Balkenende, quien expresó a Kuchma la «gran preocupación» de la UE.