Fin a una agonía de 30 días

El español José María Aranaz, esposo de Annetta Flanigan, se mostró feliz y emocionado por la puesta en libertad de los tres rehenes. En una breve conversación telefónica, Aranaz, que trabaja desde hace casi un año como asesor jurídico de la ONU para el proceso electoral en Afganistán, con palabras en-trecortadas y con una evidente emoción, señaló que «por fin están libres, están bien y estoy feliz con ellos». Según explicó el joven español, los tres empleados de las Naciones Unidas en Kabul podrían permanecer en el país: «Están pensando qué hacer, por ellos se quedarían en Afganistán, pero deben meditar lo que les ha pasado».