El misterio del rostro deformado de Yúschenko

Nadie ha podido determinar las causas de la misteriosa enfermedad que ha desfigurado a Víctor Yúschenko. El líder opositor acusa desde septiembre a las autoridades ucranianas de haberle envenenado. Sus correligionarios apuntan que su dirigente enfermó tras reunirse con responsables del SBU (ex KGB). Para sumarle intriga al caso, los doctores austríacos que lo trataron han pedido ayuda a especialistas extranjeros para determinar si los síntomas fueron provocados por toxinas de armas bioló-gicas. Quizás nun-ca se sepa qué le sucedió a Yúschenko. Pero su enfermedad, cualquiera que sea, ha cambiado drásticamente su apariencia desde que buscó tratamiento por primera vez en Viena el pasado 10 de septiembre. Considerado como un político apuesto, su cutis está ahora pálido y surcado de agujeros. Su cara está demacrada, hinchada y parcialmente paralizada. Uno de sus ojos lagrimea con frecuencia. Los médicos que lo atendieron en la clínica Rudolfinerhaus descartaron en un primer momento el envenenamiento. Pero una semana después se retractaron y dijeron que eran incapaces de dar un diagnóstico definitivo. El doctor Nikolai Korpan, que lo trató en Viena, dijo que Yúschenko ingresó cuatro días después de experimentar los síntomas, con lo que los análisis no podían mostrar si hubo veneno. Tras una segunda hospitalización de Víctor Yúschenko a principios de octubre, el presidente Leonid Kuchma ordenó una investigación. El 22 de octubre, la fiscalía concluyó que se trata de un brote de herpes común y corriente. Pero ese diagnóstico jurídico no ha logrado acallar los rumores. El misterio se mantiene.