El Este amenaza con escindirse en caso de «un golpe» de la oposición

Las regiones orientales ucranianas de la cuenca del Don, que aportan el 25% del Producto Nacional Bruto, amenazaron ayer con escindirse del resto del país en caso de que el opositor Víctor Yúschenko dé un golpe de Estado. «Advertimos que si el golpe de Estado se hace realidad, nos reservamos el derecho decidir, por nosotros mismos, nuestro futuro», proclamó el Consejo Legislativo de Donetsk. Esta región minera, granero de votos de primer ministro Víctor Yanukóvich, propuso ayer convocar un referéndum de autonomía; mientras el Legislativo de la región limítrofe de Lugansk sugirió crear una nueva república suroriental autónoma e incluso pidió el reconocimiento de Rusia. Yanukóvich instó ayer a impedir el «golpe constitucional» urdido en su opinión por el líder opositor, cuyos partidarios han paralizado el trabajo de la administración pública al bloquear la entrada a los principales edificios oficiales en Kiev. «La animadversión entre Yanukóvich y Yúschenko amenaza con dividir el país en dos partes o tres, Occidente, Oriente y Se-vastopol o Crimea», subrayó el alcalde de Kiev, Alexandr Omelchenko. La huelga divide el país La huelga general convocada por la oposición también ha dividido a Ucrania en dos, ya que mientras el paro se observa en las regiones occidentales, la potente industria oriental sigue operando con normalidad. Empresas, ministerios y centros docentes de Ucrania oriental trabajaron ayer con normalidad, y mostraron su disposición a «defender la industria local del colapso y la destrucción». Mientras, en Ucrania occidental, la zona más atrasada del país, un gran número de empresas, fábricas y ministerios han suspendido sus operaciones. El presidente saliente, Leonid Kuchma, alertó que la situación creada por las protestas masivas y la huelga general puede llevar a la «desmembración del país». El actual Gobierno ucraniano teme que la campaña de desobediencia civil paralice el trabajo administrativo, económico y político del país.