El líder opositor rompe las negociaciones con el Gobierno de Ucrania

Todo indica que el presidente ucraniano, Leonid Kuchma, y su delfín, el primer ministro Víktor Yanukóvich, tratan de ganar tiempo para encontrar un resquicio que les permita salvar la situación o la cara después de haber propiciado el fraude más pavoroso que se conoce en unas elecciones celebradas en un país de la antigua Unión Soviética. Pero sus intereses entran en colisión con los del líder opositor, Víktor Yúshenko, cuyos partidarios, en la calle por noveno día consecutivo, bloquearon ayer de nuevo los principales edificios oficiales y amenazaron con medidas más radicales si no son aceptadas sus exigencias sin demora. «Desde este momento, abandonamos las conversaciones con el poder», manifestó en la plaza de la Independencia de Kiev el diputado ucraniano Alexánder Zínchenko, jefe de campaña de Yúshenko. El responsable opositor llamó además a formar otra vez cadenas humanas en torno a las sedes de la Presidencia y del Gobierno. El bloqueo de esos edificios había sido levantado horas antes a la espera de que el Parlamento aprobase una moción de censura contra el Ejecutivo que dirige Yanukóvich. Los legisladores, sin embargo, rechazaron la propuesta de destituir al Gobierno.