La resignación rusa
¿HA ASUMIDO el Kremlin que la crisis en Ucrania sólo puede concluir con la victoria de la oposición y, por tanto, con la derrota del candidato pro-ruso? De creer la versión alemana de la conversación Putin-Schröder del martes, sí, pero en la versión rusa no se menciona la repetición de elecciones Moscú parece, sin embargo, resignarse al hecho irreversible de que el contexto nacional, regional e internacional no permite el triunfo del fraude en la elección presidencial del 21 de noviembre. Ucrania es Europa, no el Cáucaso. La fuerte intervención europea prueba la desinhibición al respecto y el fin del piadoso precepto de la no injerencia en los asuntos internos de otros. Aunque disguste, Moscú no puede impedir que terceras instancias intervengan y se ha hecho presente a través de un hombre de confianza de Putin, el presidente de la Duma, Boris Gryzlov. La «solución nacional y pacifica» es el mínimo común denominador que sirve para todos los actores. Los agentes políticos locales hacen esfuerzos para influir sobre los mismos y a la espera de que el Supremo diga de una vez si da por bueno el recuento o anula la jornada electoral, envía señales que están traduciendo, en general, éxitos tácticos para la candidatura del «derrotado», Víktor Yushenko. La de ayer fue espectacular: el Parlamento, dominado en teoría por el Gobierno y los hombres del presidente Kuchma, votaron una moción de censura del gobierno Yukanovich (el beneficiario del tongo) y pidieron a Kuchma la rápida formación de un gobierno «popular y nacional». Técnicamente, es un asunto distinto al debate sobre la empantanada elección presidencial, pero es un gesto político de inequívoco apoyo a Yushenko. Putin no puede parar esta marea y es probable que el Kremlin busque minimizar los daños y garantizar que la «Ucrania rusa», mantenga su condición de tal y sus vínculos, con el esquema actual o, como se dice ya, con uno renovado de corte federal. Rusia es hoy, como en vísperas de la Gran Guerra, «al mismo tiempo poderosa y débil» (Paul Kennedy dixit). Y en esas circunstancias le queda ser realista.