Egipto libera a un espía israelí a cambio de seis estudiantes
En un nuevo gesto hacia la normalización de relaciones entre los dos países, el presidente Hosni Mubarak ordenó ayer la liberación de un árabe israelí condenado por espiar a favor del Mosad a cambio de la puesta en libertad de seis estudiantes egipcios encarcelados por preparar el robo de un tanque israelí. El canje se produjo sólo tres días después de que el rais egipcio formulara unas raras declaraciones en las que elogiaba la disposición de Ariel Sharón a avanzar en el proceso de paz y pedía a los palestinos que dialogaran con el primer ministro israelí. Azam Azam, residente en un pueblo de Galilea, fue puesto en libertad por la mañana y llegó a Israel a través de la frontera de Taba. Tras interrogarlo sobre las circunstancias de su detención, las Fuerzas de Seguridad lo trasladaron a Tel Aviv, donde se reunió con sus familiares. Azam, de 41 años y de religión drusa, fue detenido en El Cairo en 1996 y al año siguiente fue condenado a 15 años de prisión. La Policía encontró en su poder prendas íntimas femeninas que contenían mensajes que se habían escrito con tinta invisible. En un primer momento, Azam, que era propietario de una empresa de confección en El Cairo, fue acusado de realizar espionaje industrial pero posteriormente el tribunal lo condenó por cuestiones relacionadas con la seguridad. Desde entonces había permanecido confinado en solitario. Tanto Azam como las autoridades israelíes siempre negaron con vehemencia que fuera un espía, pero estas alegaciones no conmovieron a los egipcios puesto que es habitual que un país como Israel niegue las acusaciones de espionaje. Este caso que ha sido un punto de fricción constante entre Egipto e Israel en los últimos años, se ha resuelto gracias a la intervención directa de Mubarak.