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Entre los muertos hay niños, asesinados de disparos en la cabeza o rematados en el suelo

Israel admite que ha matado este año a 148 palestinos desarmados

Los mandos militares lanzan una campaña para reactivar los principios morales en sus soldados

Tres niños se refugian de los disparos del Ejército israelí en Gaza

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efe | jerusalén

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?l Ejército israelí ha reconocido públicamente que, desde enero, sus tropas han matado en Cisjordania a 148 palestinos desarmados, de los que 29 eran civiles inocentes. Oficiales militares han ofrecido estas cifras en un momento en que se acusa a las Fuerzas Armadas de rematar a individuos desarmados, incluida una niña de 11 años el mes pasado. En un intento de limpiar su imagen pública tras una larga serie de escándalos sobre posibles crímenes de guerra, Israel no ha tenido más remedio que confirmar que entre esas víctimas hay jóvenes militantes que atacaron a las Fuerzas Armadas israelíes con cócteles incendiarios o manifestantes que arrojaron piedras a los soldados. El recuento incluye también a 29 civiles inocentes que fueron víctimas de ataques del Ejército israelí contra distintos blancos en Cisjordania. Las estadísticas militares no contemplan lo ocurrido en la franja de Gaza, donde murieron la mayoría de las 829 víctimas palestinas en lo que va de año. Las revelaciones se producen tras una jornada de fuertes críticas contra el Ejército a raíz de las incesantes denuncias de violación de derechos humanos y hasta posibles crímenes de guerra en las zonas palestinas ocupadas. El último escándalo estalló el lunes cuando la asociación israelí Betselem denunció que soldados de una unidad de élite de la Marina asesinaron a un miliciano de la Yihad Islámica en la ciudad de Jenín. Los soldados, que han sido cesados hasta que concluya la investigación, hirieron y redujeron a su objetivo y, a pesar de que éste no representaba ya ninguna amenaza, le dispararon en la cabeza. Puntería certera Otro caso, dado a conocer ayer pero investigado desde marzo, es el de un niño palestino de 15 años, Jaled Mahdi, quien murió por disparos de soldados durante una caminata en la Franja de Gaza. Según la investigación de la Fiscalía Militar, los soldados, que acababan de concluir la instrucción y se dirigían a su base, abrieron lo que en el argot militar se denomina «fuego preventivo», con el que trataban de impedir que milicianos se les acercaran. Mahdi trabajaba en un campo con su padre y murió alcanzado por las balas. El Ejército investiga ahora las denuncias del padre del menor, Suleimán Mahdi, quien alega que los disparos no fueron accidentales. «Siete balas recibió Jaled en su cabeza, así que no se puede hablar de un error o disparos fortuitos. Esto ha sido un acto claro de puntería certera», afirmó el progenitor de la víctima. En las últimas semanas la prensa israelí también ha revelado las vejaciones sistemáticas de cadáveres de milicianos palestinos abatidos y el escalofriante asesinato de una menor en Gaza, que fue acribillada en el suelo por orden de un oficial a quienes sus vigías le habían advertido que se trataba de una niña. «Estos nuevos casos alteran nuestra estabilidad», confesó el jefe del Estado Mayor para la Defensa y jefe del Ejército israelí, Moshé Yaalón, quien reconoció la necesidad de reactivar en sus soldados los principios morales. Para ello ha lanzado una campaña bajo el nombre de Apéndice Moral , y antes de cada operación los oficiales inculcarán a sus soldados lo que ética y jurídicamente les está permitido. Los «más cobardes asesinos» «La órdenes y explicaciones antes de cada operación debe fijar límites muy claros a los soldados», explicó al respecto el general Yiftah Ron Tal, jefe del Ejercito de Tierra. Por su parte, el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, exhortó a los soldados a denunciar cualquier irregularidad por parte de sus compañeros y superiores. «Si los soldados son testigos de irregularidades éticas y que se exceden de las normas morales que defendemos, que hablen ahora, no después de haberse licenciado», dijo el ministro. Pero en la práctica, la inmensa mayoría de las más de mil denuncias llegadas a la Fiscalía Militar en los cuatro años que dura la Intifada de Al Aksa han sido archivadas y sólo 89 investigadas. La Fiscalía Militar procesó únicamente a 22 implicados y sólo en un caso por la muerte de un palestino, según Betselem, que califica el preocupante fenómeno de «clima de impunidad». Ante las críticas, el primer ministro israelí, Ariel Sharón, salió ayer en defensa del Ejército y pidió comprensión para esta «difícil campaña». «Los soldados (israelíes) son los más éticos en comparación con los de cualquier otro Ejército en el mundo, y si hay errores deben ser investigados...pero debemos entender que el Ejército se las ven con los más cobardes asesinos», en referencia a los palestinos.