El juez Guzmán procesa a Pinochet y lo sienta en el banquillo

El ex dictador Augusto Pinochet fue procesado ayer como autor de nueve secuestros y un homicidio cometidos en el marco de la llamada Operación Cóndor, lo que convierte a Pinochet en el primer encausado en Sudamérica por los crímenes originados en la alianza de los regímenes militares del Cono Sur que, en la década de los 70, se cobró miles de vidas entre los opositores a la dictadura. Tras más de dos meses de análisis y tras profundos debates en los tribunales, nuevos exámenes médicos y psiquiátricos (además de una compleja estrategia judicial por parte de su defensa) el ex dictador chileno quedó bajo arresto domiciliario y sin inmunidad judicial, tal como lo había dispuesto el Tribunal Supremo. La decisión fue adoptada y anunciada por el juez Juan Guzmán Tapia, quien ya había desaforado y procesado a Pinochet por el caso de la Caravana de la Muerte en el 2001, del cual Pinochet se libró sin juicio argumentando una demencia subcortical leve a moderada que, según sus abogados, le impedía enfrentarse a los tribunales. Sin embargo dos años después, en noviembre del 2003, Pinochet concedió una entrevista a una periodista cubana de una cadena de televisión anticastrista de Miami (Estados Unidos), con motivo de los 30 años del golpe de Estado que derrocó al Gobierno democrático de Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, y que inició los 17 años de dictadura. En esa entrevista, Pinochet hizo gala de su buena memoria, de su capacidad de recordar hechos puntuales, de su sentido del humor, de su sarcasmo, además de evidenciar su capacidad de comprender sin problemas las preguntas de la periodista. Fue precisamente ese vídeo el que permitió al magistrado procesarlo por los crímenes de la Operación Cóndor, pues en la entrevista Pinochet demostró que la demencia que padece le permite enfrentarse a la Justicia. De esta forma, el ex dictador, hoy de 89 años de edad, se sentará en el banquillo.