Los colonos respondones

El pacto de gobierno entre el Likud y el partido laborista ha llevado el desasosiego a Cisjordania y Gaza. Los colonos se han puesto en pie de guerra y han prometido luchar para no ser evacuados de los asentamientos que en su momento fundaron el Likud y los laboristas en territorio palestino. Ayer, los colonos desataron la furia de numerosos israelíes con su última estratagema: prenderse de la ropa una estrella de David de color naranja, similar a las estrellas amarillas que los nazis obligaron a llevar a los judíos a mediados del siglo pasado. «¿Cómo se pueden comparar las dos situaciones?», se preguntó indignado Shevah Weiss, presidente del museo del Holocausto de Jerusalén y superviviente del Holocausto que, cuando era niño, se vio obligado a prenderse en la ropa la estrella amarilla en la Polonia ocupada por los alemanes. «¿Acaso se está matando a alguien en vagones de trenes?, ¿acaso se lleva a alguien al laboratorio de Mengele o se conduce a la gente a las cámaras de gas?, ¿Cómo se pueden comparar las dos situaciones?», se preguntó con rabia. Las estrellas de David de color naranja son una de las acciones que ha puesto en marcha el Movimiento por la Tierra de Israel, del que forman parte reconocidos racistas, extremistas confesos y también militantes del Likud que consideran que tienen derecho a los territorios ocupados por mandamiento divino. También los rabinos La asociación de los rabinos de Cisjordania y Gaza, que en su conjunto son extremistas que sólo están dispuestos a «santificar» toda la Tierra de Israel que «profanan» los palestinos, se han sumado a la campaña contra el Gobierno y han hecho un llamamiento a la desobediencia civil. Los rabinos respaldaron la decisión que adoptaron los dirigentes políticos de los colonos el lunes, cuando se adhirieron a la proclama que a título personal había lanzado Pinhas Walrstein, otro dirigente de los colonos. La decisión de los rabinos es peligrosa puesto que será seguida a pies juntillas por los millares de estudiantes que pululan por las escuelas rabínicas de Cisjordania y Gaza, muchos de los cuales son soldados que operan en los territorios ocupados y que habitualmente van armados. Yosi Halpern, estudiante en una escuela rabínica, admitió que la declaración de los rabinos va a influir mucho en él y en otros jóvenes que están empapados de las ideas que circulan en ese tipo de escuelas. «Walrstein simplemente ha propuesto una idea acerca de lo que debemos de hacer, pero el dictamen legal de los rabinos será muy difícil que lo ignoremos», reconoció. Tiempo suficiente El Gobierno de Ariel Sharón ha dicho que obligará a todo el mundo a cumplir la ley, pero el jefe de la Policía ya ha advertido que desmantelar las colonias de Gaza será una tarea muy complicada que puede terminar «en el mismo momento en que los colonos consigan el apoyo de la población israelí». Esto explica que la mayor parte del Gobierno saliera ayer a la palestra para expresarse contra los colonos y sus rabinos. La lucha será larga puesto que Sharón no piensa tomar la decisión final sobre la retirada hasta bien entrado el año 2005, y los colonos disponen de un margen de tiempo suficiente para prepararse.