El grupo Ansar al Sunna reivindica la masacre cometida cuando 200 soldados comían en Mosul
Un ataque en el comedor de una base americana en Mosul deja 24 muertos
Es el atentado más sangriento sufrido por un acuartelamiento de EE.UU. en el país
Al menos 24 personas, entre ellas 19 soldados estadounidenses, murieron y unas 60 resultaron heridas ayer en un atentado con cohetes contra una base norteamericana en la ciudad iraquí de Mosul, el más sangriento sufrido por un acuartelamiento de EE.UU. en Irak. De la acción se responsabilizó el grupo extremista islámico Ansar al Sunna, al que se vincula con la red Al Qaida. «Los soldados respondieron como siempre lo hacen, con coraje y solidaridad», explicó en Mosul el general Carter Ham, comandante de los 8.000 estadounidenses de la Fuerza Olimpia destacados en esa zona. Y añadió: «Entre los muertos se incluye personal militar estadounidense, contratistas estadounidenses y extranjeros y del Ejército iraquí». Según el mando militar estadounidense, sobre el mediodía, varios cohetes y proyectiles de mortero cayeron sobre el perímetro militar de la base Merez, levantada en los alrededores de Mosul, a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad. Uno impactó en uno de los comedores, con capacidad para 200 comensales, donde en ese momento parte de la tropa almorzaba junto a varios miembros de la Guardia Nacional iraquí. El Pentágono confirmó que los proyectiles segaron la vida de 22 personas, entre soldados y civiles de diferentes nacionalidades, pero no especificó más. Algunos de estos últimos eran empleados de una empresa dedicada al abastecimiento de la tropa. «Los soldados también responderán como siempre lo hacen: dedicados a cumplir con esta misión hasta que se complete», añadió el general Ham, adscrito a la 101 División Aerotransportada del Ejército de Estados Unidos. La Fuerza de Tareas Olimpia o Brigada Multinacional del Norte asumió oficialmente la responsabilidad por las operaciones militares de EE.?UU. y sus aliados en el norte de Irak el pasado 5 de febrero. Sanguinarios Poco después de conocerse la noticia, el grupo radical suní Ansar al Sunna asumió la autoría de la masacre a través de un comunicado en Internet. «Uno de nuestros muyahidines (combatientes islámicos) realizó una operación de martirio contra un comedor de una base de las fuerzas de ocupación», explicó el texto divulgado en una conocida web islamista, y cuya autenticidad no ha sido verificada. Ansar al Sunna (Seguidores de la Sunna) es uno de los grupos radicales suníes más sanguinarios de Irak, autor de algunos de los atentados más cruentos, como el perpetrado en febrero en Erbil, y que causó la muerte de más de un centenar de personas. También asumió este año la responsabilidad del asesinato de doce nepalíes secuestrados en territorio iraquí. El pasado 19 de noviembre, el grupo amenazó con atacar los colegios electorales, calificó de «infieles y apóstatas» a aquellos que se presenten como candidatos e instó a los iraquíes a que no acudan a votar en los comicios del 30 de enero. El atentado de ayer se produjo 48 horas después de los dos perpetrados el domingo en Nayaf y Kerbala (feudos chiíes), que provocaron al menos 66 muertos y unos 200 heridos. Desde Washington, el presidente George W. Bush denunció que «los terroristas y los fieles a Sadam están tratando desesperadamente de descarrillar el proceso de transición» hacia la democracia y la li-bertad en Irak», pero advirtió de que «los enemigos de la libertad serán derrotados». El ataque, dijo Bush, demuestra la desesperación de las fuerzas insurgentes. Territorio suní Mosul es la tercera ciudad más grande de Irak y su población es mayoritariamente suní. La localidad es considerada un feudo de los seguidores de Sadam Huseín. Por su parte, el líder de la Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak (ASRII), Abdelaziz al Hakim, se mostró ayer dispuesto a ofrecer 100.000 milicianos de este grupo chií para proteger los colegios electorales durante los comicios. La comunidad chií es mayoritaria en Irak y espera ocupar la mayoría de los 275 escaños de la Asamblea Nacional (Parlamento) iraquí. En Samarra, al norte de Irak, tres personas murieron, entre ellas el alcalde de Syniya, en diferentes ataques. Por la tarde, seis civiles, dos de ellos niños, resultaron heridos por disparos de obuses.