Donald Rumsfeld reconoce las dificultades de los soldados y se defiende a sí mismo
Crecen las críticas por los fallos de seguridad del Pentágono en Mosul
Un hombre con uniforme militar iraquí fue el que se inmoló en el comedor de la base
¿Quién protege a los soldados? ¿Y cómo? Son las preguntas que resuenan cada vez con más fuerza en los pasillos del Pentágono, que intenta neutralizar con escaso éxito las críticas por la seguridad de sus tropas en Irak. El atentado que el pasado martes causó 22 muertos, entre ellos 14 soldados estadounidenses, en la base militar de Marez, en Mosul, ha encendido las alarmas. Más, después de que el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Richard Myers, dijera que «parece que fue un artefacto explosivo llevado por un atacante (suicida)», que se-gún señalaron fuentes militares de EE.UU. vestía el uniforme de la Guardia Nacional iraquí. De esta forma, y en rueda de prensa al lado del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, Myers ratificaba la versión dada por el grupo extremista Ansar al Suna, que se atribuyó la autoría y señaló que el suicida fue un joven de 24 años que había estado trabajando en la base. El suceso -el ataque más grave contra tropas americanas en suelo iraquí- ha desencadenado una oleada de críticas contra la Casa Blanca. ¿Cómo es posible que un terrorista suicida cargado de explosivos llegue a plena luz del día hasta el comedor de la base militar?