Unos comicios limpios
La tercera vuelta de las elecciones presidenciales en Ucrania discurrió este domingo dentro de la normalidad y se ajustó a las normas democráticas. Esa es la opinión de los observadores internacionales, cuyo número en esta ocasión ha batido todos los récords imaginables (más de 12.500). Pese a que el balance fue en general positivo, los partidarios de Víktor Yúshenko detectaron en Donetsk, el feudo del primer ministro, Víktor Yanukóvich, la inscripción ilegal de 10.000 electores en el último momento. La muerte violenta del presidente de la mesa electoral de un colegio de la ciudad de Dnepropetrovsk, a manos de su hijo adoptivo, dio una nota trágica a la jornada pese a que el crimen nada tuvo que ver con los comicios. El incidente fue debido a una riña familiar. El legislador del PP Jesús López- Medel, uno de los observadores que hoy tuvieron oportunidad de supervisar el desarrollo de los comicios, aseguró que las elecciones tuvieron lugar con «todas las garantías democráticas». A juicio del diputado, «el escrutinio fue especialmente meticuloso». A su juicio, un factor importante que ha contribuido a evitar la posibilidad de fraude fue precisamente la reciente modificación de la ley electoral. Por su parte, la diputada socialista Encarnación Niño, que visitó ayer un importante número de colegios electorales en Kiev, calificó de «importante» la presencia de interventores en las mesas, tanto de un candidato como del otro. Tampoco hubo quejas de parte de los legisladores rusos desplazados a Ucrania. El diputado del partido mayoritario en la Duma (Parlamento ruso) Rusia Unida, Alexánder Kozlovski, manifestó que estas elecciones «se pueden considerar legítimas».En total, funcionaron 33.224 colegios electorales para acoger a los más de 37,5 millones de electores inscritos. Entre quienes este domingo se quedaron sin poder ejercer el derecho al voto se cuentan las cerca de 6.000 personas acampadas en la avenida Kreshatik de Kiev en apoyo del líder Yúschenko.