Los tamiles dificultan el paso

Aislada al final de una carretera sinuosa, la región de Sampur está controlada por los rebeldes tamiles de Sri Lanka, país que con 24.200 muertos, la mayoría de las zonas orientales, ha sido especialmente sacudido por la tragedia. Esta difícil situación hace que apenas haya recibido ayuda para las 20.000 personas damnificadas por el maremoto. Tras un viaje de cinco horas por carreteras abandonadas, resulta difícil atravesar el puesto de control de los rebeldes para entrar en esa zona del este. Allí murieron 371 personas a causa de los tsunamis. Sólo una ONG próxima a los tamiles ha podido hacer llegar ayuda.